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Voto de Argoderse:
6
Comedia. Aventuras Allan Karlsson, un anciano de cien años, vestido con su mejor traje y unas pantuflas, se escapa de la residencia por una ventana dejando plantados al alcalde y a la prensa local. No está dispuesto a renunciar al placer de vivir y, aunque no sabe dónde ir, se lanza a la aventura. A lo largo de su larga e intensa vida ha tenido experiencias muy singulares: inverosímiles encuentros con personajes como Franco, Stalin o Churchill, amistades ... [+]
10 de julio de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La comedia también tiene nombre sueco. El país escandinavo no solo vive del grandísimo talento que derrochó en sus películas Ingmar Bergam (Fresas Salvajes, El séptimo sello) sino que de vez en cuando también sorprende con productos alejados de los estereotipados dramas, la seriedad, cuando no frialdad que suele caracterizar al pueblo nórdico en el ideario colectivo.

Una muestra de este hecho, aunque con matices, es la última película que lleva la firma de Felix Herngren: El abuelo que saltó por la ventana y se largó. El nombre, que se las trae, adapta el bet-seller homónimo de Jonas Jonasson, que ha vendido hasta el momento más de seis millones de ejemplares en todo el mundo. Y realmente pocas veces se ve un título tan fidedigno a los acontecimientos que se relatan.

Desde un primer momento, nos encontramos con una especie de Forrest Gump a la sueca pero, desde luego, sin la chispa y la gracia de la obra maestra de Zemeckis. Como hiciera el director norteamericano, Herngren utiliza el recurso del flashback para llevar al espectador por un viaje en tono cómico -permítanme poner en duda muchos de ellos- a través del devenir de Europa en el siglo XX. El personaje interpretado por Robert Gustafson, que recrea al protagonista desde su juventud hasta la vejez en un duro trabajo de maquillaje bien realizado, es un sujeto inocente, con una filosofía de vida muy llana, amante de los explosivos y que, sin quererlo ni beberlo, participa en los pasajes históricos más rimbombantes del pasado siglo.

Desde la Revolución Rusa, a la Guerra Civil española, pasando por fiestas de alto copete con el general Franco y el líder soviético Joseph Stalin, retratados de forma caricaturesca y satírica; hasta trabajar de espía doble para la CIA y la URSS en plena Guerra Fría y asistir -para más inri como precursor- a la caída del muro de Berlín con Reegan y Gorbachov de testigos, son algunos de los acontecimientos que le valen al director escandinavo para acompañar a la trama principal, más sencilla de lo que en principio parece -y que recuerda además a Snatch. Cerdos y diamantes-. Una mezcla de pasado y presente en más de una ocasión amarga y que no consigue engañar a medida que transcurre cada fotograma.

El abuelo que saltó por la ventana y se largó tiene un argumento entretenido y llamativo para las fechas en las que se estrena; con bromas y gags divertidos que desgraciadamente se repiten en numerosas ocasiones hasta completar las casi dos horas de duración. Un déjà vu tras otro que provoca pesadez en algunos momentos del filme. Pero al final, estamos en verano y algo ligero nunca viene mal para pasar el rato.

Más sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Argoderse
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