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Voto de Argoderse:
8
Drama Basada en la vida real de Ron Woodroof, un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron un mes de vida. Empezó entonces a tomar AZT, el único medicamento disponible en aquella época para luchar contra tan terrible enfermedad. (FILMAFFINITY)
13 de marzo de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con algún que otro parecido a Philadelphia, el director canadiense va más allá, enfocando el VIH en la heterosexualidad, más común de lo que entonces se entendía. Vallée plasma perfectamente la evolución de todos los personajes y brinda, además, interesantísimos planos rodados con luz natural, en una única cámara y en muchas ocasiones al hombro, que rescatan la esencia del sur estadounidense en la peligrosa década de los 80. Periodo con muchos claro-oscuros, como se evidencia en el filme, merced a la fotografía de Yves Bélanger.

La historia conmueve, cierto. Pero más aun lo hace la legendaria interpretación de un actor enorme como Matthew McConaughey, que se mete en la piel -literalmente hablando- de Ron Woodroof. Es evidente que con Dallas Buyers Club, McConaughey se ha confirmado como estrella definitiva en el séptimo arte. Su ascenso es imparable y bien se lo merece este actor de método. Una técnica que el texano pone en práctica en su fiel representación del enfermo de SIDA Woodrof, papel para el que ha tenido que adelgazar 23 kilos y desmejorar su figura hasta límites insospechados.

Aparte de la inmejorable caracterización, McConaughey derrocha carisma, talento y personalidad durante todo el metraje Impresiona la evolución mental que experimenta a medida que la enfermedad se ha adueñado de la vida de Ron. Una experiencia personal que, sorprendentemente, nos produce empatía por este personaje, casi anti-héroe que, por los golpes de la vida, descubre su humanidad y hace partícipe de ellas a los amigos más inesperados: los homosexuales.

En este punto cobra especial importancia el personaje de Jared Leto (La delgada línea roja, El señor de la guerra), Rayon -que al igual que la doctora Eve no es real si no el conjunto de varias personas-. Poderosa interpretación de otro actor que se entrega al método como el que más, llegando a perder hasta 13 kilos. Aquí da vida de forma espléndida y veraz a un travestí de buena familia que, gracias su sensibilidad, provoca el crecimiento humano de Woodroof.

Tanto la caracterización de Leto como de McConaughey, aparte de los extras enfermos de SIDA son, además de su calidad interpretativa, un logro del trabajo de maquillaje, que merecidamente se llevó el reconocimiento de La Academia en los premios Oscar.

Con un presupuesto reducido para esta faena -menos de 250 dólares en total- el trabajo final es inmejorable. Claro ejemplo de hacer de la escasez una virtud. Paradójicamente, tal vez los pocos recursos con los que fue rodada -tan solo 25 días- contribuyen a dar más verosimilitud si cabe a una película impactante y profunda Trabajo excelente de todo el equipo técnico.

El resultado final es un producto que no podría estar más de actualidad, ahora que se repunta el consumo de droga y la gente se ha olvidado de la protección en las relaciones sexuales. El SIDA se ha estabilizado, sí. Pero su fantasma sigue ahí, esperando a un fallo para volver a propagarse.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Argoderse
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