Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Argoderse:
7
Drama Ivan Locke (Tom Hardy) es un prestigioso capataz de grandes obras que ha tenido que trabajar muy duro para alcanzar su sueño: llevar una buena vida, con un buen trabajo y una familia que le quiere. Sin embargo, un día, en la víspera de su encargo más importante, recibe una llamada que le empuja a tomar una decisión que quizás eche toda su vida por tierra. Desde ese momento tendrá que emprender una peligrosa huida a contrarreloj. (FILMAFFINITY) [+]
19 de agosto de 2014
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con grandes dosis de intriga, Steven Knight escribe y dirige Locke, un inquietante thriller psicológico protagonizado por Tom Hardy (Origen, Rocknrolla). Tras haber escrito fantásticos guiones como Negocios ocultos o Promesas del este, el cineasta británico juega fuerte con su segundo largometraje que tendrá en vilo desde el principio al espectador.

Knight repite la fórmula de otras intrigantes historias como 12 hombres sin piedad, Buried o Última llamada, donde los acontecimientos se sucedían en un solo espacio y a velocidad vertiginosa. En esta ocasión, el escenario no es otro que un voluminoso BMW conducido por Tom Hardy. El actor inglés es el protagonista absoluto del filme, copando toda la pantalla y solamente acompañado por las voces de sus compañeros de reparto. A través del manos libres, somos testigos de su pasado, presente y futuro que confluyen en una noche donde va hacer frente a sus miedos para cambiar su destino.

En un espacio tan reducido como un vehículo, la sensación de claustrofobia es evidente, y eso se percibe desde la butaca. Gracias a ello y a los pocos elementos con los que Knigth trabaja, el realizador británico hace partícipe al espectador de los problemas de Locke, llegando a contagiar empatía, algo que es digno de reconocimiento.

A pesar de esa buena labor, su apuesta flaquea en algunos momentos. La causa que provoca todos los acontecimientos es desvelada desde el minuto uno. No hay trampa ni cartón. Y eso verdaderamente perjudica al desarrollo de la trama que en muchos momentos se prevé su desenlace. Bien es cierto que la evolución de un inconmensurable Hardy -duro trabajo el suyo- se hace patente a medida que avanza la historia. El británico es todo un río de emociones que poco a poco va descontrolando hasta el momento definitivo.

Locke es, en definitiva, un soplo de aire fresco. Está claro que es un terreno que han abordado anteriormente otros cineastas y que la originalidad, a estas alturas, es muy difícil explotarla. Pero el director de Redención lleva a cabo una efectiva realización y puesta en escena que asegura hora y media de entretenimiento y suspense que suscita el interés de los amantes del género. Un desafío minimalista meritorio que pone de manifiesto, una vez más, aquello de hacer de la escasez de ingredientes una virtud.

Más datos sobre esta y otras películas en el blog: http://argoderse.blogspot.com.es/
Argoderse
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow