Una muy grata sorpresa. Una adaptación del clásico cuento de los hermanos Grimm, con un toque de gótico y una atmósfera impresionante gracias a la fotografía y composición de escenas. De este director solo he visto La enviada del mal, película que no me gustó, pero con esta parece que ha pegado un salto de calidad.
La historia cuenta, con la voz en off de Gretel, las desventuras de esta chica y su hermano pequeño Hansel cuando su madre los echa de su casa después de que Gretel se negara a hacer un repugnante "favor" a un señor poderoso de la localidad. Decide viajar hasta un pueblo que tenga un gremio de leñadores para que su hermano ingrese y aprenda el oficio. Atravesando un bosque oscuro y hambrientos, paran en una casa solitaria a comer algunos alimentos que había en la mesa y conocen a la dueña del sitio, una señora mayor que los acoge. Esta señora tendrá una gran influencia en Gretel, aunque con un fin egoísta.
El cambio más notorio se percibe desde el título, con el cambio de posición en los nombres de los hermanos, llevando Gretel la batuta de la historia. La trama está repleta de reivindicaciones feministas muy bien hilvanadas. Las actrices Sophia Lillis y Alice Krige hacen una estupenda labor. La música acompaña y ayuda a ambientar de manera excelente. (1).
El ritmo creo que es el adecuado, porque en ningún momento se me hizo aburrida o me llegase a provocar que desconectase de la película, algo que es muy difícil en el cine actual. (2).
Historia que tiene pocos personajes, pero que creo que todos cumplen una función específica, como el caso del leñador adulto con el que tropiezan. (3).
Para mí es una de las mejores películas de este año, y recomiendo su visionado. Dentro de las novedades que tiene respecto al cuento original, lo profundiza y le da unos viejos-nuevos matices muy ricos.