Una historia que arranca fuerte, cuando se nos presenta a Stephen Byrne, un escritor trabajando en un escritorio al aire libre, en la casa que tiene cerca del río. Más adelante se deja caer que tienen esa posición acomodada no por la obra de Stephen, sino porque su esposa pertenece a la clase alta, Bueno, en un momento dado vemos cómo el escritor coloca de forma delicada en el suelo a un insecto que se había colado entre las hojas, mientras una vecina se queja de los vertidos que hace la gente en el río, metiendo la basura para que la corriente se la lleve. Al anochecer, en unas secuencias donde luces y sombras son inquietantes, presenciamos el intento de Stephen de ligar con Emily, la doncella de la casa, aprovechando la ausencia de su esposa y, de una forma puede que accidental por el forcejeo con la criada, el escritor estrangula a Emily, acabando con su vida. En estos momentos aparece John Byrne, hermano de Stephen, y este lo manipula con mentiras para deshacerse del cuerpo arrojándolo al río.
Todo esto ocurre en los primeros diez minutos, más o menos. Un comienzo brutal que continúa en una parte central contándonos los remordimientos que tiene John por no decir nada sobre el crimen y ayudar a su hermano y que le está cambiando la forma de ser y actuar, algo de lo que su ama de llaves, enamorada en secreto de él, se percata; vemos a un Stephen que está lejos de comerse el coco con el acto que ha cometido sino que le da la idea para poder escribir sobre ello y poder lucrarse con las ventas del libro, aunque hay momentos en que se nos enseña que el lanzar el cuerpo al río le ha creado una especie de trauma. De forma paralela vemos trazas de la investigación que se lleva a cabo hasta que en un momento dado, se encuentran evidencias en contra de los hermanos y se forma un juicio.
La parte final es algo atropellada, como que se dieron cuenta que había que terminar la historia y la aceleraron. Algo que no me parece tan grave. No es un final redondo, pero no creo que invalide la película.