Ya no hay que ver más películas. Qué se quite Coppola con 'El Padrino', Chaplin con 'Tiempos modernos' o Billy Wilder con 'Testigo de cargo'. Aquí tenemos 'Empire' de Andy Warhol, la película que ha marcado cada una de las pautas de todo el séptimo arte en clave de obra maestra. Cada plano emana frescura, cada avance en el guión talento, cada diálogo perspicacia y sus interpretaciones tal naturalidad, que sería de locos concebir la gala de los Oscar del 65 sin todos ellos recogiendo su estatuilla.

Ocho horas de puro espectáculo donde la acción no te deja respirar ni un segundo y donde las trepidantes aventuras te harán viajar por lugares que jamás habrás imaginado, cada uno de ellos de una belleza sin igual. Cada pieza musical parece haber sido compuesta por Beethoven o Mozart al serenar nuestro oído con cada avance en la partitura. No olvidarnos de la parte que le toca a la comedia, ya que el filme supone un aire fresco a todo lo visto anteriormente. Fuera Chaplin, Lloyd, Keaton, Lemmon, Isbert o los hermanos Marx ya que 'Empire' reúne los mejores golpes, gags y chistes que os podáis imaginar.

Ya puedo morir tranquilo al haber visto la mejor película de mi vida ¿o ha sido la peor?