Con unos más que prometedores tres cuartos de hora iníciales, en los que nos ubican en la Inglaterra de 1935 con una gran mansión victoriana neogótica como escenario de presentación del amor entre una chica adinerada y el hijo del ama de llaves de dicha mansión. La cinta se diluye un poco en el segundo acto, coincidiendo en la parte bélica, en la que se echa de menos ver a la pareja protagonista juntos. Eso sí, -criticado por algunos- el epílogo o tercer acto me pareció una maravilla la verdad, los pelos de punta se me pusieron.

Melodrama romántico que se comporta como un rompecabezas, ya que el final sobrecoge, y te deja ordenando mentalmente los pasos que acontecieron la trama.

Del reparto poco hay que decir, digo poco porque el dúo protagonista se sale, y sobretodo Keira Knightley, tan retocada y guapa como siempre. A James McAvoy ya le eché el ojo en 'El último rey de Escocia' y aquí no ha sido menos, ha sabido estar a la altura en todo momento.

Para mí un factor importante que me ha impulsado a darla un 7 ha sido el tema de la fotografía, maquillaje y decorados: espectaculares. No obstante la banda sonora no es nada del otro mundo.

En resumen, buena película, con un prometedor inicio pero que después se diluye como un terrón de azúcar en una taza de café, aunque no os preocupéis que en la parte final retoma el vuelo y es tremenda.