Se perciben aplausos, se contempla un estadio abarrotado de personas fervientes y ávidas de espectáculo con mecheros encendidos, se ve al “Jacko” en el escenario... ¡esto no ha hecho más que comenzar!

Michael Jackson -a quien desde ahora ya le deseo que descanse en paz-, inaugura este pseudo musical-documental-película con un temazo en directo: "Man in the mirror" de su tercer álbum 'Bad', que es con el que esta película "trabaja". El concierto es uno de tantos en su extenso y exitoso "Bad Tour" de 1987 (123 conciertos y 125 millones de dólares en recaudación).

Posteriormente, se inicia un pequeño documental sobre la infancia artística de Jackson y su grupo de hermanos, más conocidos como The Jackson 5. 'Moonwalker' tampoco se olvida de sus inicios en solitario ("Don't stop 'til you get enough" o "Rock with you") ni de la tripleta de clásicos de su primer trabajo: "Billie Jean", "Beat it" y "Thriller" ni de su sencillo "The way you make me feel" de su tercer disco.

Quince minutos que, para los fans de Michael Jackson, saben a gloria. Un servidor no podía parar de mover los pies al son de cada canción. Desacertadamente, esto se acaba y comienza la película -por así decirlo-, con unos críos emulando el vídeoclip de "Bad". Después de unas desavenencias entre ellos, a Michael le vemos en la siguiente escena en su faceta como actor. Hay que ser claros, como actor no vale, y si encima le ponen una historia de mierda con unos "muñecos" de plastilina más insípidos que los Lunis, mal vamos. Luego, el propio Jackson se convierte en un conejo de plastilina, marcándose otro clip a costa de "Demon speed", para sin orden ni concierto colarnos otro video, esta vez de "Leave me alone". El momento culmen llega con la promoción del single de aquel momento: "Smooth Criminal". En él y a lo largo de unos exquisitos diez minutos de videoclip (versión extendida del mismo) podemos disfrutar de un ritmo pegadizo y una coreografía adictiva en la que vemos la mejor versión del “Jacko”.

De la ridícula trama me he querido evadir porque no interesa lo más mínimo. En resumidas cuentas Joe Pesci es el villano de turno cuya intención es apoderarse del mundo, logrando que los escolares consuman drogas. En esto, Jackson será el héroe junto a tres chavales que harán lo posible para que los planes de Pesci no se hagan realidad.

En definitiva y ya para concluir, sólo la recomiendo para los amantes del ya desaparecido Michael Jackson. No hagáis caso de la historia y si podéis echarlo para adelante cuando aparezca Joe Pesci, hacedlo, porque realmente lo único que merece la pena es el legado que nos ha dejado esta leyenda: sus canciones.