Terminar queriendo a un malo en una película tiene muchísimo mérito y quién lo iba a hacer si no un grande como Spike Lee. Una forma nueva totalmente nueva de contar un atraco, aquí ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. Clive Owen uno de los mejores malos que he visto en tiempo y el Denzel a la altura de todos sus papeles bastante bueno, me sobra Jodie Foster que actuó una vez bien y vive de las rentas. Final a la altura de Spike Lee, para los que lo conozcáis ya sabéis cómo se las gasta. Merece la pena dejarse los durillos por esta película.