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España España · Badalona
Voto de Toxicosmos:
7
Intriga. Terror Una carta que hace sospechar que una joven desaparecida ha sido asesinada lleva al sargento Howie de Scotland Yard hasta Summerisle, una isla en la costa de Inglaterra. Allí el inspector se entera de que hay una especie de culto pagano, y conoce a Lord Summerisle, el líder religioso de la isla... (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas, que al visionarlas, necesitan poco para convertirse en obras de culto. The wicker man es una de esas obras. Desde las dos canciones que enlazan con sus créditos iniciales y el aeroplano que sobrevuela alguna isla británica perdida ya se intuye algo diferente.

La película empieza con un tono ceremonioso, un ambiente de liturgia que impregna la pantalla. Poco después, vemos como el sargento Howie llega en aeroplano a una pequeña isla donde debe investigar la desaparición de una adolescente. A partir de aquí, todo lo que descubre son personajes que parecen ocultar información, extraños comportamientos y sucesos y tradiciones inexplicables.

La película apuesta por un ritmo pausado que se funde con la incredulidad de lo que ves en pantalla. Desde las habas turquesas, a la canción que todo el bar dedica a la hija de la posadera tildándola de puta (y su alegría por ello), a las orgías masivas, las cucarachas en los pupitres o el cordón umbilical en los árboles frutales. Frente a toda esta espiral de locura por lo que ve (por lo que vemos) Howie se muestra con una impasibilidad horrorizada.

¿Puede una película de terror estar también llena de luz? The wicker man tiene un tono pesadillesco pero sin seguir prácticamente en ningún momento los códigos del género. Desde la luz, la tranquilidad, el apaciguamiento, la felicidad de sus habitantes la película construye un tono demoledor, ya que combina esa paz con la extrañeza de los comportamientos de sus habitantes. Esta luz en la imagen combina con otra gran película de terror de los años 70, la española ¿Quién puede matar a un niño? de Chicho Ibáñez Serrador. En ese caso era la costa alicantina que recibía a una pareja de extranjeros de turismo. Sol, niños, descanso vacacional. ¿Qué puede ir mal? También sin abandonar la luz en ningún momento todo se transforma en pesadilla. Otra cinta de culto.

La otra lectura evidente de la película es la confrontación entre etnocentrismo/animismo/religiones alternativas/reencarnación y cristianismo. Por un lado desde el punto de vista de la autoridad que llega a un sitio protegido y preservado de su mirada inquisitoria. La película juega muy bien con todo esto. Por un lado es obvia nuestra perplejidad como espectadores ante el desconcertante modo de vida de sus habitantes, así que rápidamente nos alineamos con el punto de vista del extraño que no entiende nada. Luego, sin embargo, se abre de manera sutil un momento de duda: ¿por qué la rectitud moral del protagonista es la mejor manera de interpretar la realidad? ¿Qué mal están haciendo en su isla este particular grupo de personas? La película abre la duda y es imposible no pensar en las hordas cristianas que masacraron e impusieron su manera de ver el mundo en África o Sudamérica, a esos supuestos salvajes. Hay una frase demoledora del protagonista: "Solo me interesa la ley y vosotros sois súbditos de un país cristiano". ¿Quién es el loco? ¿La moral exacerbada o el libertinaje? ¿La ley o la naturaleza pura? Se abre la sospecha... Todo esto se expone magníficamente en las conversas y el antagonismo amigable de Howie y Lord Summerise, protagonizado por un Christopher Lee brillante.

Hay escenas sublimes en la película como el intento de danza de seducción y atracción de la hija de la posadera a través de las paredes, el lirismo del desfile final, las canciones que se oyen en el bar y en la ofrenda a la fertilidad de los niños o como todo el propio tramo final con sus bellas imágenes. Solo una muestra, hay decenas de escenas, imágenes, ideas que salpican toda la obra de extrañeza e incomodidad.

The wicker man, puro cine de culto.

https://incertidumbreycine.wordpress.com/2016/05/08/el-hombre-de-mimbre-the-wicker-man-robin-hardy-1973/
Toxicosmos
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