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Voto de David Navarro:
6
Aventuras Antigüedad, Helenismo. Alejandro (356-323 a. C.), rey de Macedonia, comenzó a reinar a los veinte años. Se apoderó primero de Grecia y, después de conquistar el inmenso Imperio Persa, siguió avanzando hacia la India. Fue un gran estratega que nunca perdió una batalla, un visionario cuyos sueños, hazañas y destino dejaron huella en la Historia. Cuando murió, a los 33 años, había forjado un imperio sin precedentes en la historia. Los ... [+]
6 de mayo de 2007
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida de Alejandro Magno contada en imágenes podía originar un peplum espectacular, pero Oliver Stone no se conforma con rallar la superficie ni le preocupa lo más mínimo seguir los dictados de un género.
El realizador prefiere cometer la osadía de internarse e internarnos en los recónditos secretos del alma de un personaje al que desmitifica, destripa y vigila desde varios ángulos.
Tan magno protagonista es un hombre débil, temeroso de la vida y por eso desafiante ante la muerte, cuya sed de poder no conoce límites. Su retrato en el film huye del maniqueísmo y siempre versa en torno a dos ejes: su padre, déspota y muerto, y su madre, atormentada y manipuladora.

El realizador norteamericano ha sabido lidiar las dificultades de una biografía, aunque corta, muy intensa y repleta de claroscuros. Su propuesta se basa en la humanización de un mito y es por eso lógico que centre todos sus esfuerzos en quitarle brillo al personaje legendario.

En lo visual, presenta escenas de lucha de primer orden donde el ralentí y los ricos atuendos orientales componen bellos poemas de muerte. Incluso consigue conectar con el presente, con ese Darío más parecido a un Ben Laden de lo aconsejable para no hacer saltar las alarmas.
Sin embargo, el film no siempre mantiene el ritmo merced a un montaje donde se echan en falta fotogramas. Especialmente inconexas parecen todas las escenas en las que Alejandro se dedica al amor. La homosexualidad es tabú en esta película. Vamos, que no hay problema en comprobar la belleza de una mujer que pasa por el alejandrino lecho. Todo lo contrario ocurre cuando Alejandro se acerca a un hombre, como mucho, unos besos. Si la sociedad del tiempo de Alejandro, toleraba o castigaba la homosexualidad no queda claro en el film. Sobre todo no nos enteramos de qué palos toca el conquistador.
Otro problema que se le presenta a Stone es el papel de Olimpia, la madre de Alejandro. Angelina Jolie brilla por encima de cualquier actor o actriz en el film, pero es que su papel también resulta incluso más jugoso que el interpretado por Collin Firth. El actor irlandés sobreactúa en ocasiones, quizá influido por lo afectado de su atuendo y el de sus amantes, pero al menos capta bien la personalidad infantil que el realizador quiere destacar.
Este film mo pasará a los anales de la historia por muchísimos motivos, sin embargo resulta interesante, y poco más, por algún momento especialmente logrado y sobre todo por la mirada del realizador, que tratándose de Stone, siempre proporciona motivos para gozar. La pena es que en Alejandro Magno sean más bien escasos.
David Navarro
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