Me ha decepcionado. Técnicamente está muy bien y visualmente es espectacular, pero no te llega al corazón. Faltan pasión en los personajes, trascendencia universal y fantasía, cosa que viniendo de Disney parece un contrasentido. Hablemos primero de las flaquezas y luego de las virtudes.

No es el punto más débil, pero sí el primero en el que uno repara, y no deja de tener su importancia; me refiero a la sorprendente ausencia, casi total, de presentación del producto. El logo de STAR WARS y el rollover con el preámbulo de la historia perdiéndose en el espacio, acompañados de la fanfarria de Williams, se hicieron un hueco en nuestras vidas. Era el precioso envoltorio de un sueño. En Rogue One no hay ni rastro. Sé que no es un episodio sino un spin off, es decir, algo aparte; pero por el amor de dios, ¡es Star Wars! Un cartel estático que sólo pone "ROGUE ONE" durante tres segundos y sin festividad musical es como un regalo sin papel y sin lazo; una cutrada. Creo que se puede hacer una cosa diferente sin renunciar al espectáculo.

Luego está la música. Sabía que John Williams no intervenía, pero daba por hecho que la BSO estaría a la altura exigible a una franquicia multimillonaria... Me equivoqué. El score de Giacchino es horrible, no tiene ni un ápice de la musicalidad (no hablemos ya de la genialidad) de las composiciones que Williams aplicó en TODAS las entregas de la saga. Incorpora unos pocos fragmentos de los temas que todos conocemos y segmentos que los recuerdan, pero el grueso de la composición se reduce casi exclusivamente a acordes de acentuación. Es decir, no es una BSO que te comprarías para escuchar aparte. Está claro que un Star Wars sin Williams pierde muchísimo.

Pobre dirección de actores. La falta de carisma de los personajes es brutal. La tal Felicity Jones lo hace FATAL; cara de culo todo el rato y a cobrar... A lo peor creía que con sólo sus grandes ojitos bastaba para interpretar un rol principal en Star Wars... "Pues va a ser que no, nena". A la chica le faltan expresividad y emotividad acordes a las situaciones. Actúa sin pasión, sin convencimiento, sin garra; no se ha metido en el papel. Daisy Ridley en El Despertar de la Fuerza, le da mil patadas. Los demás personajes, poco trabajados, no te los crees, no te solidarizas con ellos ni te pones en su piel. No hay chispa, amistad ni amor.

¿Y qué fue del humor de las anteriores películas? Era fundamental para que surgiera la magia. Teníamos las ocurrencias de R2, la pedantería de C3PO, la simpática relación entre los dos, la picaresca de Han Solo, las regañinas maternalistas de Leia, la coña racanera de Watto, la imprevisibilidad salvaje de Chewie, los mil y un personajes caricaturizados y los mil y un momentos graciosos. En Rogue One sólo hay un robot que tiene tres o cuatro detalles simpáticos que apenas te hacen esbozar una sonrisa... El film, en resumidas cuentas, es DEMASIADO SERIO. No sería ningún problema en otro contexto, pero una vez más hay que recordar que esto, señores, es Star Wars...

La historia no está mal, pero no así el guión que la desarrolla, demasiado complicado en la primera mitad. Aún no has calentado la butaca, y la peli te mete de cabeza y sin previo aviso en medio de una compleja movida de espías y confidentes que te tienes que creer en boca de los personajes... Y entre la liada trama y los nombres, directamente te pierdes. Estás deseando que empiece la lucha pero parece que el parloteo no va a acabar nunca. A partir de la segunda mitad, las cosas se despejan un poco y comienza la acción. ¡Ufff...!

La formación del grupo de coleguitas protagonistas que dan nombre al film no convence, parece que los han juntado a la fuerza y corriendo... Al final tienes una mezcolanza de personajes dispares que, por mucho que la peli lo pretenda, no tienen un motivo justificable para luchar juntos contra el imperio.

En la versión española, muy mal elegida la voz de Darth Vader. Comprendo que el timbre del gran Constantino Romero es inimitable, pero por dios, se podía haber buscado una voz más grave... No te crees a ese Vader ni de coña. Pierde maldad, autoridad, imponencia... parece otro personaje. Gran fallo.

Al final, cuando sales del cine, sabes que lo peor de Rogue One es la falta de legendariedad, de fábula atemporal. ¿Se han olvidado de que Star Wars es una fantasía espacial? Esta película parece más bien de guerra futurista.

Lo bueno, como no podía ser de otra forma, está en lo técnico. ¡Los efectos especiales son impresionantes! Los escenarios, los interiores, la imaginería militar, la grandiosidad de las catástrofes imperiales, y muy especialmente las escenas de batalla espacial, son lo mejor del film; diría incluso que los mejores de toda la saga. Le faltan los momentos mágicos del Halcón Milenario enfrentado al Imperio, pero es que no sale... Las naves luchan a nivel atmosférico y de superficie, proporcionando unas vistas preciosas y realistas, superando incluso a lo visto en El Despertar de La Fuerza. La Flota Rebelde es una chulada, las maniobras de los X-Wings alucinantes, y las imágenes subjetivas de los cazas te hacen volar como nunca. Los AT-AT's salen menos de lo deseado, pero se ven gigantescos, más contundentes y creíbles que nunca.

Otra virtud del film es que encaja como un guante con los hechos históricos. Hay, además, muchos escenarios, lugares, robots y personajes comunes, perfectamente recreados. En este aspecto, cabe mencionar la reproducción de Tarkin, es decir, de Peter Cushing. No sé cómo lo han hecho, pero está clavado, y no sale precisamente sólo unos segundos... La (joven) princesa Leia, que aparece un poquito al final, canta más a CGI, pero se agradece el esfuerzo.

Para finalizar diré que me gustó más El Despertar de la Fuerza. Será un remake o un reboot, pero me da igual: Huele y sabe a Star Wars, cosa que, por lo visto, no logra cualquiera.

Me siento generoso. Mi puntuación de 0 a 10 para Rogue One es 6.