El número de Oscars que se lleve una película no es garantía de nada. Ahí tenemos al señor Cameron con su puto “Titanic” o al maldito yonki deshacedor de lo mejor que escribió Tolkien. El que llevó a la pantalla el mayor de los desaciertos y osadías: la historia de los hobbits en “El señor de los anillos”.

Pero si 11 estatuillas mereciera un musical, además del magistralmente interpretado por Topol en “El violinista en el tejado” es este. Pese a que “West Side Story” puede contener un fallo garrafal de guión (según mi punto de vista comentado en el spoiler*) en su conjunto y pasando un poco del patético papel de las mujeres, que son fieras en casa pero que no tienen más que decir que decirlo un poco más alto... es una película visionaria, magistral y conmovedora.

Musicalizada, eso puede gustar o no, ni siquiera es discutible; pero la historia que cuenta es tan real como lo que hoy ocurre en las calles. ¿Por qué contarla y no cantarla? No se le está restando menos drama al asunto de la xenofobia y de las luchas callejeras por el control del territorio. El comportamiento de los chicos es de zoológico... les falta levantar la pata y mear en las esquinas para ir marcando territorio. Eso por un lado.

La diferencia es que en West Side Story en lugar de perjurar o echar una meada en la calle, los chicos bailan. Precisamente en sus bailes desenfrenados y en determinados números espectaculares hay un desquicie en el que parece que se les va la vida, muestra evidente de que esto no es "Siete novias para siete hermanos" sino una historia cruel. Se les compara sin embargo al Romeo y Julieta de Shakespeare.

Es muchísimo más dolorosa que la obra de aquel. Porque aquí no hay esperanza para nadie, no únicamente para María y Tony. Para nadie. No hay más rumbo que el tirarse a las adicciones esperando con suerte que cualquier día te cosan a puñaladas. Sólo durante un momento, el "Tonight" y en ese balcón, puedes imaginarte que sí, que sería posible cambiar las cosas.

WSS cuenta la historia más vieja del mundo. Acompañada de la necesidad vital de abrirse camino y de buscarse la vida y la de los tuyos, al precio que sea y sea en Puerto Rico o en Nueva York, sólo un anciano, con algo de esperanza en su haber, el viejo camarero de bar imparte lecciones tanto a newyorkinos como a portorriqueños. El viejo del bar, contrapunto al poli corrupto que sí emplea fuerza y ganas por avivar esa lucha adolescente entre bandas.

Por supuesto la banda sonora es de 10; los números musicales los mejores de la historia del cine en este género; el juego de luces y los fundidos a colores estridentes anticipa la psicodelia y homenajea al teatro... Rita Moreno y la pandilla latina en el "Quiero vivir en América" es más que digna de mención.

Así que lo dicho: estupenda película, eso sí, para los amantes del musical. A quien no le guste el género sólo puedo recomendarla con entusiasmo: es muy posible que West Side Story cambie esa percepción.