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España España · Barcelona
Voto de Ochentero:
1
Serie de TV. Fantástico. Aventuras Es 1985 en Hawkins, Indiana, y el verano se está calentando. Fuera de la escuela, hay un nuevo centro comercial en la ciudad, y el grupo de Hawkins está en la cúspide de la edad adulta. El romance florece y complica la dinámica del grupo, y tendrán que encontrar la manera de crecer sin separarse. Mientras tanto, el peligro se avecina. Cuando la ciudad está amenazada por enemigos viejos y nuevos. Once y sus amigos recuerdan que el mal ... [+]
10 de julio de 2019
22 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stranger Things me está dejando, en sus 3 temporadas, un sabor agridulce. O mejor dicho, está incrementando el sabor agridulce que ya tenía.

Como nostálgico empedernido de la década de los 80 y toda su cultura, arte y sociología, considero una inmejorable noticia, no solamente que Netflix hiciese una serie ambientada en los 80 y que explote la nostalgía, sino que además haya tenido un éxito tan explosivo y generalizado, lo que provocará con toda seguridad nuevas series y películas que exploten la nostalgia de aquella étapa.

Pero hay una parte que me entristece y que aun se fortalece más en esta tercera temporada.

La sensación que me han dejado las 3 temporadas no es la de haber disfrutado dando rienda suelta a mi nostalgia, y me preguntaba porqué.

He llegado a la conclusión de que Stranger Things es una serie que homenajea y celebra, no tanto la década de los 80, sino el cine de los 80.

Y ese matiz es importante, porque eso significa que lo que importa más en la serie no es la ambientación o mostrar la sociedad de entonces, sino repetir escenas y cliches de las películas famosas de entonces. Lo tenemos en gran cantidad de situaciones que nos recuerdan escenas vistas antes en películas como Terminator o Regreso al Futuro, algunas llegando a lo ridículo por lo evidente.

Eso provoca una sensación de "historia conglomerada", una serie de cosas que se han ido uniendo para hilar una historia puesta al servicio de la revisión de escenas. Y en realidad creo que eso lo disfruta quien no ha visto esas películas porque es demasiado joven para haberlas visto y todo este tema de los 80 le resulta exótico y un mar de sorpresas. Por ejemplo, incluir un terminator en la serie, solo se le puede hacer sorprendente a alguien que no ha visto Terminator.

De hecho, la historia de esta tercera temporada recorre 2 lineas argumentales paralelas: Una dura y terrorifica y la otra cómica y con toques de surrealismo absurdo. El conjunto da una sensación de no saber si tomarte la historia en serio o en broma. Cualquiera de las dos serían validas, pero las dos a la vez es como comer bacalao con chocolate.

Esto se me hace más evidente cuando metemos el - incansable - tema del feminismo en barra. Cuando los personajes femeninos se rebelan contra los masculinos y tampoco nos queda muy claro si la gravedad de lo que han hecho y el porqué de las reacciones de odio y desprecio de ellas lo justifican.

La serie no evita meter la pullita feminista, siempre mostrado como un movimiento agresivo, basado en morder y ladrar con fuerza y justificando actitudes por parte de las mujeres de la serie que serían vistas como inadmisibles si las tuviesen los hombres. Es una lastima.

Porque en ese sentido, lo realmente entristecedor de esta tercera temporada es lo insoportables que son todos los personajes. Si en la primera temporada aun teníamos personajes que podían caer simpáticos, como por ejemplo el de Millie Bobby Brown, y teníamos que soportar el de Winona Ryder - absolutamente insoportable -, en esta tercera temporada no soy capaz de soportar a ningún personaje. Son todos absolutamente insufribles, y me paso el tiempo esperando que aparezca algún monstruo y los devore a todos.

Por último, la ambientación. Yo nací en el año 1981. Viví los 80 de forma intensa. Y no los reconozco en ningún lado en esta serie, en ninguna de las 3 temporadas. No reconozco las ropas, los decorados, las cosas. Echo en falta muchísimas cosas, especialmente en los excesos en las ropas, en la simplicidad de las diversiones de la gente, en una sociedad donde la gente se relacionaba de lo que se hace ahora. No sé si es porque en EEUU se vivieron otros años 80, pero tampoco reconozco los 80 que yo ví en las series.

Quien quiera ver cómo eran los años 80, que vea Glow. Stranger Things lo incluiría dentro de una tendencia actual que se llama "Vaporwave", un estilo artistico y gráfico basado en mezclar elementos vinculados a la cultura de los 80 y los 90 - indistintamente - de una forma tópica y exagerada, más basado en como un millenial percibe esa época. En Stranger Things solo salvaría la decoración del Centro Comercial, que creo que está conseguido, pero está resultando una serie llena de clichés que hará las delicias... de los millenials, esos que hablan de los 90 cuando se refieren a los 80 porque no saben situar exactamente en que década ocurrieron según que cosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ochentero
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