Es la peor película de Woody Allen, pero de lejos, una tonteria que termina dando pena ajena.

La película arranca bien, un asesino en serie anda dando vueltas por la ciudad estrangulando a sus víctimas aprovechando la oscuridad y la niebla.
Un librero medio idiota y medio torpe llamado Kleinman, es sacado de su cama a media noche, por sus vecinos para que ayude a a atrapar al criminal, así sin mas el pobre Kleinman se adentra en la oscuridad de la noche sin saber a ciencia cierta que es lo que tiene que hacer, pues nadie le ha dicho cual es el plan.

De otro lado hay un circo donde una tragasables abandona a su marido -un payaso- cunado lo sorprende revolcándose con la trapecista, que resulta ser la mismísima Madonna. La tipa se va del circo y encuentra refugio en un simpático burdel, pero luego tiene que irse y se encuentra con Kleinman y ambos empiezan a tener encuentro y desencuentros con los pintorescos ciudadanos de esta lúgubre ciudad.

Tiene uno que otro momento cómico, de parte de Allen y su personaje, y también esta muy bien la escena de las prostitutas y la pelea con Malkovich y Madonna, pero es pasar de los primeros veinticinco minutos y encontrarse que la película, o es pura improvisación, o los chistes no están bien conectados,

Es un desperdicio de talento usar al gran fotógrafo Carlo Di Palma, en algo tan tonto y lo mismo va para,la enorme galería de actores, que no salen mas de cinco minutos, y en algunos casos todo esta tan oscuro que a algunos no se les ve la cara, como a William H.Macy.

Ni hablar del remate de la cinta, donde incluir el rollo del mago a ultima hora, termina siendo insultante