Fui a ver la película con ilusión, pero sin las expectativas con las que fui a ver la primera parte, sabiendo que no iba a encontrar otra ESDLA. Y si para mi valoración de "Un viaje inesperado" usé como medida la saga de ESDLA, para "La desolación de Smaug" he usado la primera parte de El Hobbit.
La desolación de Smaug sigue manteniendo algunas de las virtudes de ESDLA, otras de su antecesora y lo peor, comparte y multiplica los fallos de esta última. Le falta solemnidad, es demasiado bromista en algunos momentos. Seriedad y humor no son incompatibles, pero hay que saber usarlos en su justa medida. Cada vez que un personaje suelta un chistecito antes de matar a un bicho, esa frase se me clava en el alma.
No busquéis un monólogo de un Sam que os ponga la piel de gallina porque no lo encontraréis, Jackson ha decidido cambiar eso por infinitas escenas de combate con Orcos, (en principio temibles) pero que los enanos pueden despachar con los puños. He acabado harto de los orcos, y más harto aún de que lo único que digan, lo único, sea: " matadlos" o "a por ellos". Si tienen la inteligencia para colarse en una ciudad como si fueran ninjas, también la tienen para decir algo más.
La parte que tiene lugar en Ciudad del Lago se hace interminable, sin ningún encanto en absoluto. Los personajes del Gobernador y su secuaz son ridículos, lejísimos de un Denethor o de un Grima. Mientras veía una de estas escenas pensé: "¿ En qué momento esto se ha convertido en Piratas del Caribe?". Estos personajes no son los únicos que dejan que desear, los elfos pierden casi toda su elegancia en esta película. La escena en la que interrogan a un orco es terrible. Los elfos han pasado a ser miembros de la Cosa Nostra y no me he enterado.
Nuestro protagonista está totalmente desaprovechado, con pocos minutos en relación a la calidad del personaje y a la del actor. También están desaprovechados sus compañeros de viaje, los cuales se han vuelto demasiado simples, han perdido mucho humor y mucho atractivo. Además el efecto " esta escena ya la he visto" se repite: Thorin propone un plan; Dwalin dice que está loco; Baling dice que no es posible; Thorin suelta un chiste y el plan sale bien y así, varias veces.
Una de las cosas que más he echado de menos ha sido una nueva banda sonora memorable, a la altura "Misty moutains cold" que me encantó. Las composiciones de la saga original las oiremos un par de veces, y las nuevas están bien, pero no lo suficiente como para acabar tarareándolas. Pensé: " La película podrá gustarme o no, pero al menos quedará un banda sonora magnífica", me equivoqué.
Por otro lado hay que valorar la frescura de la peli, menos sombría, llena de acción trepidante. La película es muy muy divertida en algunos momentos, con escenas dirigidas con maestría, como la de los rápidos, que me sacó una sonrisa con las piruetas de los enanos, que aunque muy fantasiosas, tienen encanto. Otra escena que tira de la película es la que comparten Bilbo y Smaug, tensa, interesante, e inteligente. Las expectativas que había sobre este personaje eran enormes y para mí las cumple hasta que se convierte en un malo de vídeojuego al que hay que derrotar por fases.
-Lo mejor de la película: sigue siendo una maravilla para la vista, escenarios, vestuario y maquillaje son brillantes y lo más importante, nos ha llevado otros 160 minutos a la Tierra Media, cosa que para algunos cura los otros males.
-Lo peor de la película: la aparición de algunos paupérrimos personajes, los enormes fallos de guión, la falta de una banda sonora a la altura y sobre todo la decepción que sentirán los mayores fans de la Tierra Media.