Dejando a un lado la gilipollesca escena inicial en la que David, recién salido de la cadena de montaje, se dedica a tocar el piano y a preguntarse por el sentido de la vida mientras sirve un té a su creador, cada minuto de los primeros tres cuartos de hora es un monumento a la ignorancia científica. Empecemos:

1) La astronave "Covenant" está viajando por el espacio interestelar en un viaje de siete años hasta otro sistema solar. Ello implica, sí o sí, que su velocidad es relativista, cercana a la de la luz, y que su destino tampoco está demasiado lejos en términos estelares (si dijeran 40 ó 70 años me lo creería más). Pero, por alguna razón desconocida, cada cierto tiempo tiene que desplegar una vela fotónica para "cargar energía", lo que es totalmente absurdo porque, (a) una vela fotónica es parte de un medio de propulsión -láser, microondas o luz solar- y (b) si tienes energía para viajar entre las estrellas no tienes que ponerte a "recargar" la nave a mitad de trayecto como si fuera un móvil.

2) La nave se ve dañada por una "tormenta de neutrinos"... Ejeeem... Los neutrinos se generan en las estrellas como resultado de las reacciones de fusión y apenas interactúan con la materia. Literalmente, nosotros y la Tierra estamos siendo atravesados por quintillones de neutrinos durante las 24 horas del día... ¿Por qué van a destrozar la nave? Simplemente la atravesarían sin más.

3) Cambio de rumbo: dejando a un lado que deciden cambiar de rumbo en menos de un minuto, los tripulantes y los guionistas deberían saber que, sin los motores de curvatura de la "Enterprise", esa maniobra, a esa velocidad en el espacio interestelar, es sencillamente imposible. Tendrían que frenar, cambiar el rumbo y acelerar de nuevo. Una astronave no es un velero ni un avión.

4) Estás llegando a otro mundo y te metes en una "tormenta de plasma"... Vamos a ver, el "plasma" es materia sometida a altísimas temperaturas. Por ejemplo, un rayo en una tormenta, un masa en fusión en un reactor nuclear o una llamarada solar. Aclárense. Y lo mismo vale para la "tormenta de iónes", ya que los iones no son más que partículas cargadas eléctricamente y son omnipresentes.

5) Explorar sin protección biológica. Madre mía... Si llegas a un planeta cuya evolución es distinta de la terrestre, donde las proteínas y el ADN están montados de otra manera, desde luego no tienes que temer ni virus ni contagios bacterianos. Pero ello no impide que haya microorganismos que puedan entrar en tu cuerpo y tratar de alimentarse de tus tejidos y órganos y así provocarte una hemorragia interna, por ejemplo. Al fin y al cabo, estamos hechos de hidrógeno, oxígeno, carbono, fósforo, calcio y demás. Somos un buffet bioquímico andante. Y si encima llegas a un mundo sospechosamente parecido a la Tierra (¡hasta hay trigo! ¿?) tienes que presuponer que su biología es muy similar y debes tomar las precauciones oportunas, no irte de excursión en camiseta.

6) Llegas a otro planeta y te pones a fumar un puro y un cigarrillo... Sin comentarios.

7) Explorando por ahí, una de las protagonistas dice: "No se escuchan ni pájaros, ni animales ni nada..." ¿PÁJAROS?? Por amor de Dios... ¿Por qué debería escucharse el canto de los pájaros? ¡¡Qué estás en otro planeta que ha evolucionado de otra manera, grandísima idiota!! ¿O es que en un exoplaneta tiene que haber pájaros (y antes dinosaurios) por narices?

8) Dos de los protas encuentran la chapa de identificación de Elizabeth Shaw y restos de tecnología humana y en lugar de ir corriendo a contárselo a los demás se quedan por allí tan tranquilos.

9) Un tipo resulta "infectado" y en lugar de aislarlo hasta saber qué pasa... ¡¡Lo meten en la nave!! Delirante.

Ya digo: esto solo en 45 minutos...