Vaya bodrio pal coleto, madre. Qué fingimientos, requiebros falsos, teatralidad de la mala... Qué ausencia de nervio, de gancho, de hilazón en el pelmazo de Lázaro, (también es romo el pobre cuando perpetra comedias). Qué más da si son hechos reales o no, (claro que lo serán, que yo no soy facha, ni nada por el estilo). Qué dirección de actores, malos, malísimos, (pobre López de Ayala, tan católica, hace lo que puede...) Qué hartazgo del mismo rollo subvencionado, siempre hecho por los mismos. Vaya bodrio pal coleto, madre. Incluso en estos tiempos de mantillas rancias cospedalianas, donde esta historia podría parecer necesaria, incluso en estos tiempos le grito al Lázaro de los cojones: ¡¡pírate ya, pelmazo, y déjalo en manos de alguien que sepa!!! Bufffffff