Haz click aquí para copiar la URL
Irlanda Irlanda · Gijon
Voto de pipona:
9
Drama Poder, dinero y sangre: estos son los valores a los que los habitantes de las provincias de Nápoles y Caserta tienen que enfrentarse cada día. No hay elección; no tienen más remedio que obedecer las leyes de la Camorra. Sólo unos pocos afortunados pueden llevar una vida normal. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2008
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces se ha visto en el mundo del cine un director con tantas pelotas como Matteo Garrone en "Gomorra". Hacer cine de denuncia es algo bastante habitual en los tiempos que corren, coger un tema candente y mostrarlo en una pantalla esta de moda, aunque muy pocos se atreven a mostrarlo todo con pelos y señales.

Existen películas basadas en mafias brasileñas, rusas y sicilianas, cintas que convierten en héroes a narcotraficantes y asesinos sin escrúpulos y que nos muestran el lado "fashion" de las organizaciones criminales. Los chavales cubren las paredes de sus habitaciones y las carpetas del instituto con fotografías de Tony Montana y Vito Corleone junto a las de sus ídolos futbolísticos y chicas cañón. El cine ha convertido a la mafia en un paraíso de excesos y de poder, en un sueño alcanzable y en una salida accesible a personas sin posibilidades culturales y económicas.

Garrone nos baja de la nube con una película valiente, con una visión alarmante de los bajos fondos napolitanos y desmitificando todos y cada uno de los valores mafiosos. Los protagonistas de Gomorra no viven en un sueño, lo hacen en una pesadilla sin salida, no hay posibilidad de despertarse de ella. Se trata de un bucle cerrado en el que las víctimas se convierten en verdugos, y estos en inocentes peones de un sistema brutal e insostenible.
El director italiano no se queda a medias, con una narración a modo de documental, y a través de cuatro historias diferentes, nos sumerge dentro de las telarañas que teje la camorra para lograr sus fines. Cuatro mundos paralelos pero unidos por la despiadada línea que forman los intereses políticos, económicos y sociales de una zona hundida en la más absoluta miseria.
El realismo de la narración es sobrecogedor y es muy difícil sacarse de la cabeza lo que esta cinta nos muestra. Es curioso pero cuanto más tiempo transcurre desde su visionado más te hace pensar en ella. Y es que no estamos acostumbrados a que se contemplen de una forma tan veraz todos los entresijos de una organización tan compleja y de la que son esclavos miles de personas.

Sería conveniente que el ínclito Berlusconi le echara un vistazo a esta película. De poco iba a servir, estoy seguro, pero al menos le haría revolverse un poco en su propia mierda.
Garrone da una lección de cine comprometido, un puñetazo al estómago del sistema que deja grogui y sin aliento al espectador.

Una película como la copa de un pino. Imprescindible.
pipona
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow