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España España · sevilla
Voto de Icaro:
10
Drama La Inglaterra rural de 1865. Katherine (Florence Pugh) vive angustiada por culpa de su matrimonio con un hombre amargado al que no quiere y que le dobla la edad, y de su fría y despiadada familia. Cuando se embarca en un apasionado idilio con un joven trabajador de la finca de su marido, en su interior se desata una fuerza tan poderosa que nada le impedirá intentar conseguir lo que desea. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Formidable largometraje de William Oldroyd, desconocido para mi hasta ahora, pero que tendré en cuenta en adelante.
La película es un relato descarnado, profundo y ausente de toda retórica, de cualquier efecto edulcorado, sobre un amor consumido por la obsesión enfermiza. La cinta transita por un metraje sin estridencias, sin banda sonora, por una historia pasional que a ratos se hace lenta, oscura, con la pesadez del tiempo inabarcable al que se enfrenta el hastío de lady macbeth, en la casa de su marido.
Ese aburrimiento, esos días repetitivos y esa falta de destino, de sentido de una vida lanzada a una existencia vacía, inane, es lo que impulsa y espolea esa pasión, ese ansia de salir de la nada en la que está sumergida la protagonista, y provocan su inevitable caída a una fuerza amorosa terrible, voraz, que va a consumirla como persona, una pasión que le pondrá una venda para no hacer miramientos a cualquier principio moral y poder cometer actos criminales, con el claro fin de conservar esa fruta prohibida: su pasión por el jornalero del que se enamora obsesivamente cuando su marido se ausenta de la casa unos meses.
En el fondo la cinta nos habla, con un ritmo moroso, lento (que muestra perfectamente la pesada carga del tiempo cuando nada se tiene que hacer) de la imposibilidad de ser feliz, de los obstáculos para alcanzarla impuestos artificialmente por la sociedad, por convencionalismos, etc... y del ser humano destruyendo monstruosamente, equivocadamente, esas barreras para poder ser feliz en este mundo.
Es una cinta impactante, lenta a veces, pero necesaria como he dicho. Florence Pugh actúa con una fuerza creíble para representar este personaje lleno de aristas.
Totalmente recomendable.
Icaro
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