Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Hernán Valladares Álvarez:
8
Intriga. Fantástico Cuando el Sr. Harrigan muere, un chico que se hizo amigo suyo por hacer trabajos ocasionales para él, pone su iphone en su bolsillo antes del entierro. Cuando el joven solitario le deja un mensaje a su amigo muerto, recibe un mensaje de texto...
8 de octubre de 2022
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevados por el número tan bajo que aparece en esta estimada revista de cine electrónica de Filmaffinity —a mi juicio, la mejor de habla hispana y a la altura de la anglosajona y muy afamada IMDb—, a punto estuvimos de quitar la película de la pantalla de un solo plumazo. Pero aguantamos y nos llevamos una grata sorpresa, sin poder explicarnos, a medida que iban avanzando los minutos de metraje, la razón de su tan baja nota crítica. ¿Estábamos viendo acaso otra película?

¿Por qué salvamos y le ponemos una nota tan alta a esta cinta considerada mayormente como pieza frustrada de un cierto género? Pues por valores probablemente extracinematográficos, una actitud deplorable desde la perspectiva de la crítica narratológica derridiana. Tal vez no sea lo más correcto, porque reconocemos lo fallido desde un punto de vista estrictamente técnico; sin embargo, la película logra mantenernos en un cierto vilo, me parece que gracias a sus valores humanos (seguimos siendo apóstatas de la crítica fina de Jacques Derrida y epígonos). La relación padre e hijo, cuando el primero siente su vida destruida por la muerte de su mujer; todo el sentido que pueda conferir a la existencia, y esto se trasluce mediante una diáfana, sencilla interpretación, lo deposita en el amor a su hijo, una entrega trémula, respetuosa, sin exigirle nada a cambio. En segundo lugar, la relación de un niño con un viejo misterioso, parece que amante de la literatura, que infunde valores que fortalecen a un muchacho que termina siendo un joven valiente, honesto y moral. Pero la honestidad y la recta moral no son valores muy en alza, sobre todo cuando se encuentran en una pieza que se espera terrorífica, siniestra, donde el mal sea nuevamente el protagonista y vencedor —argumental—. Tal vez por esto defraude a muchos. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, se convierte precisamente en su mayor valor. Lo que consideramos a priori como algo aborrecible, el espiritualismo, termina desdibujado por la normalidad que persigue el protagonista. Esto, también la pone de nuestro lado. Lo que la mayoría de la crítica considera fallido, el terror no consumado, se convierte igualmente en otro de los ingredientes que enriquecen la receta de esta historia; parece que la falta de costura determinante, lo sugerido, lo no explícito es otra de las notas de doble filo: el espectador, quizá guiado por el padre de esta historia, Stephen King, no iba buscando esto, y esto, esta suspensión, casi indeterminación del destino, de nuevo se nos transforma en valioso. Más allá de esto, está la crítica más o menos lograda de lo que ha traído a la existencia humana el teléfono inteligente, las redes sociales, el mundo de la sobreinformación, por gratuita, sospechosa de inveracidad. Sobre todo bajo la lupa de un anciano conservador y solitario, que parece buscar la paz frente a un pasado que intuimos algo más que turbio.

Francamente recomendamos la película, porque es mejor de el número crítico que la precede, porque acaudalada valores morales, entre otros, el del conocimiento (la profesora de biología, en un papel de cortos minutos, logra hacerse epicentro en el nódulo que alimenta la moral, el eje axiológico de un protagonista joven que valora de un modo personal y limpio, desde el amor paterno filial, pasando por el amor romántico, la amistad e incluso el modo en que debemos tratar a nuestros enemigos. Un chico complejo y sencillo al mismo tiempo.

Por eso veo necesario este intento de heroísmo crítico redentor. Veánla y júzguennos después.
Hernán Valladares Álvarez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow