Bella fotografía, buen reparto y una nteresante historia de cómo ser una buena geisha. Nos habla de costumbres, de otras culturas y de los sueños de la protagonista.
La película adolece de fría en muchos sentidos, sobre en la forma de ser educadas esas mujeres, con una frialdad y una entrega que parece no real.
La película muestra colorido, luz, espectáculo y bellos paisajes donde la estética parece lo más importante. Cuenta con una historia de amor poco creíble, primero porque pasado el tiempo siguen enamorados sin haberse visto en años, y por otra parte, el sentimiento entre los dos es casi un misterio, donde los personajes son forzados a encontrarse y a quererse o eso parece, todo muy poco realista.
Recomendable si quieres endukzar tus ojos durante un par de horas.