Hace unos años, cuando la guerra de Estados Unidos en Afganistan estaba en su apogeo, asistí a una charla de un periodista que había estado como enviado especial en la zona durante el periodo de gobierno talibán.
Contaba que los talibanes prohibieron terminantemente el cine, pero los afganos se las arreglaban para ver películas en pequeñas salas escondidas en las que había un televisor. Por supuesto, su favorita era "Rambo III". Flipaban viéndose como valerosos y heroicos hombre que luchan pos su patria con uñas y dientes. Por lo visto no paraban de verla a todas horas (esa y "Titanic", no me preguntéis por qué).
Pocos podían pensar lo que el futuro les deparaba cuando en 2001 los mismos que veinte años antes les habían dado armas para luchar contra los soviéticos les iban a invadir en la operación denominada "Libertad duradera" (hay que joderse). Esto mismo pasaría años después con Iraq, a los que habían suministrado armas para que lucharan contra los iraníes. Así es el país del tío Sam.

Hay varios usuarios de esta página que comentan que no entienden porque las películas de Rambo están tan infravaloradas por la crítica y el público cuando son simple y llanamente un producto de entretenimiento. Lo que realmente molesta (bueno, más que molestar causa risa) de estas películas es el mensaje político con el que de una manera burda y tosca intentan justificar que un tipo aniquile a diez mil. En "Acorralado" el tema se tocaba con bastante tacto. En "Acorralado II" se pasaban cuatro pueblos. Pero es que en "Rambo III" sobrepasan la barrera de lo inverosímil.

En fín, voy a parar que parezco Michael Moore. Con lo que me he reído con esta película y parece que estoy indignado.

PD: Ya podía el coronel ayudar un poquito más, que encima que va John a buscarle donde Cristo perdió el mechero, el cabrón sólo se carga a uno en toda la película. Tener amigos para esto...