Esta película trata del deporte cuya exigencia mental es 100% en su práctica. Sólo mental. Porque se practica sentado y solo requiere estirar un brazo y agarrar piezas. El ajedrez

La historia del ajedrez es apasionante. Es increíble como los fans de este deporte tienen memorizadas partidas históricas que podrían reproducir movimiento a movimiento tras décadas de haberse producido.

Y la realidad es que tradicionalmente la antigua Unión Soviética ha sido la potencia por antonomasia en este deporte.

Y lo era en los años 60 hasta que un americano, Boby Fisher, les plantó cara.

Esta película cuenta la vida de Boby Fisher y el ajedrez. Su infancia, sus asesores, su lucha contra "todos los rusos", y otro aspecto más dramático como fue su enfermedad mental.

Obsesionado con los rusos, este catalogado genio que rompió la hegemonía soviética en el ajedrez, estuvo afectado por una enfermedad mental que le impedía estar concentrado sólo y exclusivamente en el ajedrez, y si en miles de fantasmas soviéticos y de espionaje que veía por todos lados en plena guerra fría y que le impedían su "concentración mínima" para competir.

Todo lo muestra la película, intercalando simulaciones de medios de comunicación del momento que acrecientan el realismo.

Me quedaría con la reflexión de su enfermedad y como puede afectar a un genio de una actividad, o de un deporte.

Por lo demás, lo podemos llamar una americanada en toda regla, sin quitar mérito al campeonato del mundo que ganó a Boris Spasky en 1972.