Estuve dos horas y pico rallándome la cabeza intentando hilar el argumento de esta nueva historia que se supone sigue a las dos anteriores. Y me tiré dos meses pensando que pudo significar el final: nadie lo sabe. Es lo bueno de hacer cine ambiguo 100%: no hay nada que justificar. A mi juicio, uno de los mayores timos de la historia del cine le pese a quien le pese. Y sé que muchos me van a machacar.