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Voto de jequecito:
8
Drama Kolia vive en un pueblito a orillas del mar de Barents, al norte de Rusia. Tiene un taller de mecánica al lado de su casa, donde vive con su joven esposa y su hijo, fruto de una relación anterior. El alcalde del pueblo está decidido a apropiarse de la casa y del taller de Kolia a toda costa. Primero intenta comprar el terreno, pero Kolia no está dispuesto a vender. (FILMAFFINITY)
20 de marzo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leviatán es una película que se puede ver y disfrutar en dos planos: el primero como lo particular y el segundo como lo general.

En el primero se narra cómo Kolya, un mecánico del norte de Rusia, recibe a su hermano abogado procedente de Moscú que le intentará ayudar para que el alcalde del pueblo no le expropie su vivienda.

Por otra parte, la película ofrece la visión personal del Zvyagintsev sobre la Rusia actual, un retrato sociopolítico tan preciso como triste y duro. El conflicto entre Kolya y el alcalde es, en realidad, el conflicto entre el pueblo ruso y una clase política dominada por oligarcas corruptos, mafiosos y que cuentan con la complicidad de la Iglesia. El abogado, que al principio parece "un tío legal", tras un engorroso camino entre los excesos burócratas del país, acabará siendo maniatado, en tierra de nadie, tras tratar de chantajear al alcalde.

Se observa a un padre que abronca a su hijo por beber y fumar, cuando éste no hace sino repetir los comportamientos de su progenitor, envuelto en la cultura de la violencia y el alcohol: todos los personajes masculinos de la película abusan de la bebida, los niños se divierten con fusiles de juguete y son llevados de excursión al lago para practicar tiro.

Leviatán está llena de imágenes muy potentes, como ese niño que encarna la juventud rusa, llorando frente al esqueleto de un cetáceo que evoca lo que un día llegó a ser un país del que ahora sólo quedan los restos, el policía que decide utilizar como blanco de tiro las imágenes de los antiguos líderes ruso-soviéticos (excepto la de Yeltsin porque, como dice, "no estuvo a la altura") o esa excavadora derribando el hogar de Kolya, su vida, para levantar en su lugar una iglesia. También cuenta con otros detalles más sutiles: el crucigrama que resuelve el policía mientras Kolya arregla gratis la avería de su coche cuya solución es 'evolución' o Lilya, al borde de un acantilado observando una ballena libre momentos antes lanzarse al vacío.

El retrato de Zvyagintsev no deja hueco para el optimismo. Si en los años 20 Pudovkin utilizó en su película 'La madre' las imágenes del deshielo de un río para simbolizar la arrolladora acción de las masas durante una primavera revolucionaria, en 'Leviatán' la narración finaliza en invierno, con la tranquilidad de unas aguas que tiempo atrás estuvieron revueltas y hoy sólo son perturbadas levemente por el guijarro lanzado por un joven. El alcalde cómodamente sentado, pide otra botella de vodka, satisfecho porque las cosas siempre terminan bien para él.
jequecito
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