Me encantaría que España hiciera películas como esta. Es cierto que en "Quiéreme si te atreves" se huele tal vez demasiado el rastro de Jean-Pierre Jeunet y su estilo tan peculiar. Mucho colorido, música alegre y bien puesta, protagonistas curiosos y una voz en off narrativa son características que comparte Samuell con Jeunet. Pero, AUN ASÍ, en el mundo en el que vivimos hoy en día y lo complicado que es innovar y crear cosas nuevas, me parece que lo que hace Yann Samuell, aun a riesgo de que se le critique por la sospechosa semejanza con su compatriota, está muy bien. El resultado es una película más bien cortita en cuanto a duración (que siempre se agradece), muy vistosa y digerible. El mundo interior y metafórico del personaje principal está recreado de una forma muy original que recuerda a "La ciencia del sueño" de Gondry. Lo bueno es que, cuando parece que se va a volver pastelona e indigesta (como muchas de las pelis románticas tradicionales) se da un giro al guión que transforma ese posible exceso de dulce en picaresca.
En definitiva, una peli fácil de ver y que siempre apetece.