Haz click aquí para copiar la URL
Seychelles Seychelles · Monchópolis
Voto de Monchita:
8
Drama. Aventuras Basada en la historia real de Aron Ralston, un intrépido montañero y escalador norteamericano que se hizo famoso porque en mayo de 2003, durante una escalada por los nada transitados cañones de Utah, sufrió una caída y quedó atrapado dentro de una profunda grieta. Tras varios días inmovilizado e incapaz de encontrar una solución alternativa, tuvo que tomar una dramática decisión. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se podría decir que, por primera vez en su carrera (si nos olvidamos de 'Slumdog'), Danny Boyle tenía entre sus manos una película “normal”. Y decimos “normal” porque se trata de una historia real sobre Aron Ralston, un tipo que se queda atrapado en una roca durante algo más de cinco días. Nada de drogadictos, de monjas y santos, de ángeles celestinos, de infectados, de turistas con videojuegos... Sólo un hombre y una roca. Pero claro, es Boyle. ¿Quién que conozca sus películas se espera que se dedique solamente a rodar la angustia, el malestar, la agonía del encerrado?. Como en toda su filmografía, el británico encuentra la excusa perfecta para meter sus movidas psicotrópico-oníricas en plan videoclipero: los delirios de Aron. Esos planos acelerados, con la música a tope, quedan justificados; no chirrían tanto como a priori pudiera parecer. Sin embargo, para mi gusto, en ocasiones se recrea demasiado en esos mismos planos. Que estén justificados no significa que a menudo le reproches: 'Boyle, no te pases, ya has cumplido con los planos “guays” y esto te está quedando pedante'.
Si pasamos ya de lo psicotrópico y nos centramos en si la película transmite la claustrofobia agónica del protagonista, la respuesta es sí. Se debe al buen hacer de Boyle tras las cámaras y, por supuesto, a la interpretación de James Franco, un actor que está logrando quitarse el sayo de 'cara-bonita'. Su actuación, con los tics de su cara, refleja el calvario sufrido por estar tantos días encerrado, sin luz, sin casi agua ni comida. El peso de la película recae en él y cumple con creces. Otro actor menos expresivo, pongamos por caso Ryan Reynolds, hace menos creíble un papel tan duro. En contra, hay que darle un tirón de orejas enormes a Claudio Serrano, el doblado de Franco, porque no le pone ningún entusiasmo a los diálogos y le resta credibilidad al personaje.
También hay que agradecer al director que no se corte con ciertas escenas y muestre la crudeza de estar oprimido bajo un pedrusco tal cual es. En estos casos, es mejor no ser sutil porque se logra conectar y empatizar con el dolor del protagonista.
Lo que me da pena es que Boyle haya conseguido financiar una película de estas características gracias al Óscar -inmerecido- que ganó por 'Slumdog Millionaire'. Pero bueno, gracias a eso se ha alejado de guiones infantiles y estúpidos y vuelve a propuestas más arriesgadas, acordes al resto de su filmografía.
Monchita
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow