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Voto de Antonio Morales:
6
Comedia. Acción. Fantástico. Terror Un sacerdote cree haber descifrado el mensaje secreto del Apocalipsis según San Juan: el Anticristo nacerá el 25 de diciembre de 1995 en Madrid. Para impedir el nacimiento del hijo de Satanás, el cura se alía con José María, un joven aficionado al death metal. Ambos intentan averiguar en qué parte de Madrid tendrá lugar el apocalíptico acontecimiento. Con la ayuda del profesor Cavan, presentador de un programa de televisión de carácter ... [+]
4 de febrero de 2017
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrevalorada por la peña de Film Affinity, generalmente sorprendida ante lo delirante, perverso, esperpéntico, sórdido y transgresor. No cabe duda que el film de De la Iglesia goza de una poderosa imaginería visual plasmada sobre un paisaje dominado por la violencia. Se trata de una tragicomedia con decidida vocación “sofisticutre” del cineasta, una mirada agria y satírica sobre el cada día más degradado entorno social. Desde una mirada apocalíptica de finales del siglo pasado que se inspira en un sarcástico cruce entre el Madrid castizo de los sainetes y la resaca de la post-movida madrileña, donde pululan todo un universo de personajes grotescos y en decadencia que aperecen en yuxtaposición, entre fondas cercanas al derribo, sofisticados apartamentos, neones psicodélicos fantasmales en desolados paisajes urbanos, mezcladas con escenas jocosas y delirantes.

Ganadora de varios premios en la ceremonia de los Goya de la Academia del cine español, ceremonia que debería servir para publicitar y promocionar nuestro cine y que con el tiempo se ha convertido en el instrumento de una determinada ideología excluyente. “El día de la bestia” recrea un universo idóneo para la pesimista parábola en tono de comedia negra en la que el director se sirve de un Don Quijote moderno en el personaje del padre Beirrartúa (excelente Alex Angulo), dispuesto a encontrar al Anticristo en la Nochebuena madrileña de 1995, que acabará siendo superado por la realidad social de la época, que por otra parte no difiere mucho de la actual si eliminamos cierta estética figurativa y temporal. Me refiero a la dictadura de la televisión basura de programas deleznables, que están en la mente de todos, pues en aquel tiempo acababan de irrumpir las televisiones privadas con programas estrellas parecido al del film, por no comentar el de las “mamachichos” y cosas parecidas.

Todo ello en presencia de un atribulado Sancho Panza en el personaje de un “heavy” memorable creado por el talento de Santiago Segura. Lo que desmerece, en mi opinión, es que no contento con todo lo expuesto, la ambición de De la Iglesia le lleva a construir, además, un cuento de terror, sembrando entonces la duda sobre el material narrado, moviéndose en la ambigüedad de no saber si lo que estamos viendo es real o sólo el producto de una extraña conjunción entre el azar y varias mentes desquiciadas: por los libros de teología estudiados del cura, por los “tripis” del poco aseado rockero, o por el sentimiento de culpa del presentador de la telebasura.

Asistimos a imágenes alucinantes y fantásticas, de un mal que nos aqueja, pero que más bien parece no tener un origen sobrenatural, sino que está firmemente enraizado en la decadencia de nuestra propia civilización. El argumento resulta algo enrevesado e incongruente si nos centramos atentamente en la trama, le falta limar y encajar algunos aspectos descuidados, ciertas situaciones se resuelven sin una lógica consecuente, me refiero al personaje de Teree Pávez, por ejemplo, así como una cierta violencia exhibicionista que termina agotando en cierto modo al espectador. Por otro lado es de destacar las localizaciones conocidas que aparecen en el film, que están muy bien insertadas en la trama ayudando en su densidad narrativa, la de una fábula humana que bien parece un chiste macabro. Un film divertido e interesante pese a no ser redondo.
Antonio Morales
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