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Voto de Antonio Morales:
7
Comedia Ana empieza a trabajar como médico en un centro de enfermedades de transmisión sexual a pesar de la oposición de su marido Antonio, también médico y asesor del ministro de Sanidad. En el centro, Ana entra en contacto con una serie de personajes marginales que acuden a su consulta... (FILMAFFINITY)
27 de noviembre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde los títulos de crédito en que el grupo “Suburbano” interpreta el tema de “La vida alegre arrasa la ciudad” que era el lema de aquella época, Fernando Colomo, uno de los directores más dotados para este tipo de cine, nos ofrece una sátira vitalista y divertida en clave de comedia, un disparate desenfadado de la movida madrileña, la “gente guapa”, los burócratas y los yuppies de la época gobernada por los socialistas con mayoría absoluta. La política de amiguetes, de enchufados, de Directores Generales y hasta de un Ministro de Sanidad, de un machismo celtibérico encarnado por unos tipos patéticos que quieren transformarse o quizá sólo aparentar ese modernismo en un ambiente sexual libre.

La clave, como no podía ser de otra manera, está en esas situaciones ridículas y jocosas, sus giros argumentales, sus diálogos mordaces de un doble sentido verbal, sus malentendidos. El film goza de un argumento, circunstancial que deposita toda su fuerza narrativa en un casting de actores muy bien elegidos, principalmente Verónica Forqué que está sublime, sin olvidarnos de un excelente Antonio Resines que se desenvuelve como pez en el agua, aportando credibilidad en la puesta en escena, fresca y amena en situaciones cotidianas. Los gags son realmente brillantes y divertidos, siempre desde el buen gusto, nada grosero ni escabroso como ocurre en algunas comedias modernas americanas.

El cineasta nos muestra un mosaico de personajes pintorescos y grotescos, infidelidades con amantes y traiciones casposas, más o menos reconocibles de aquel tiempo. La estética progre, colorista y luminosa de Ágata Ruiz de la Prada, pero siempre desde el buen rollo, los porritos y una vida sexual sana usando condones claro, ante la gran amenaza que suponía el SIDA que merodeaba por las distintas variedades del contacto sexual, las prostitutas, la drogadicción y la homosexualidad. Una película testimonial de aquel tiempo.
Antonio Morales
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