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Voto de Antonio Morales:
6
Ciencia ficción. Comedia. Acción Bilbao, en el futuro -año 2012-. Una extraña banda terrorista, "Acción Mutante", siembra el terror en el país. Está formada por seres deformes que pretenden vengarse de los ricos y guapos. El cerebro del grupo es el malvado Ramón, un ser sin escrúpulos. La banda planea el secuestro de la hija de un conocido industrial durante una boda. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El inquieto y subversivo en cierto modo, Alex de la Iglesia, ahora totalmente acomodado en la industria, rodó en 1991 su primer corto titulado “Mirindas asesinas”, había conseguido una cierta aura mitológica en los restringidos circuitos del cortometraje y en los quizá algo más amplios círculos próximos al género fantástico. Según cuentan, denotaba una innegable capacidad de creación de ambientes y descripción de personajes. Al parecer, a los hermanos Almodóvar les llegó el argumento para producir, a través de su productora “El Deseo”, su segundo corto titulado “Piratas del espacio” con guión del propio Alex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría, que gustó mucho a Pedro Almodóvar, seguramente por su frescura, ingenio y originalidad, pero que tiene la mala uva de la mordacidad que le faltó al primer film del manchego, que sólo se amparaba en lo zafio.

La productora les propuso alargar la historia añadiéndole más alicientes y desmadre, dando lugar al primer film de Alex de la Iglesia, en el que nos da buena muestra de su estilo original y epatante con una brillante puesta en escena plena de un humor sarcástico y delirante. Una comedia gamberra y transgresora, una auténtica rareza dentro del panorama del cine español, con un gran sentido del humor y que se mofa de aquella sociedad de los años noventa. Una rocambolesca y desmadrada historia futurista, cargada de acidez y causticidad que pone en solfa hasta la estética y estilo del propio cine de Almodóvar. El cineasta vasco, gran amante de los cómics, realiza una parodia abracadabrante del cine de acción, de las películas de violencia extrema, tan habitual desde entonces, y de la ciencia ficción algo cutre.

En cierta forma el film también recogía el problema de violencia que afectaba al pueblo vasco, como era el terrorismo. Sus protagonistas son los miembros de un grupo armado que secuestra a la hija de un cretino industrial, para exigir a cambio una importante suma económica. No obstante, en sus reivindicaciones no existe un trasfondo político sino que, en una lúcida parodia de la progresiva desideologización sufrida durante los últimos años, Acción mutante es un grupo exclusivamente vertebrado, sobre la minusvalía física de sus miembros. Resentidos por el trato que les ha dado una sociedad moderna y hortera, sus enemigos naturales serán, por lo tanto, la gente “guapa”, perfectamente singularizada en la hija del industrial secuestrada, cuya fortuna es creada gracias a la fabricación de panecillos integrales que ilustra a una sociedad en decadencia.

Gracias a un excelente diseño de producción, excelentes encuadres que recrea una metáfora de la realidad, una proyección hacia el futuro de elementos contemporáneos que adquieren rasgos grotescos, donde la televisión es presentada de forma sensacionalista. No faltan en el film, multitud de guiños cinéfilos de diversos géneros que están en la mente de todos, además de contar con un elenco de actores elegidos con acierto, encabezados por un magistral Antonio Resines, el film cumple con su cometido sobradamente y con gran acierto en maquillaje y efectos especiales para el humilde cine patrio. Gran debut del bilbaíno.
Antonio Morales
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