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Voto de Antonio Morales:
7
Drama Ana recuerda todo lo ocurrido desde la muerte de su padre, veinte años antes. Su hija, de nueve años, cree tener poder sobre la vida y la muerte de quienes viven con ella. Hay otro poder que Ana cree poseer: el de invocar la presencia de su madre. Con ella, muerta hace años, revive una relación llena de ternura y, a veces, de dominio. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante la década de los sesenta y setenta, el binomio artístico entre el productor Querejeta y el cineasta Saura funciona a toda máquina, una época muy fértil, encadenando un puñado de películas inolvidables, entre ellas está “Cría Cuervos” escrita por el propio cineasta. Obra compleja y poliédrica, protagonizada por una niña de 9 años, de ojos penetrantes que contempla el mundo de los adultos, propiciando una serie de reflexiones existenciales profundas. El film tiene la visión de Saura sobre la familia y el paso del tiempo.

Una mirada a la España del tardofranquismo, una metáfora de la opresión que vivía el País, mientras la vida del dictador se iba apagando. Cargada de simbolismos y misteriosa, centralizada en su musa que era entonces Geraldine Chaplin, encarnando a la Ana adulta y la madre propia, protagonista junto a la niña Ana Torrent que está prodigiosa con esa ingenuidad y naturalidad infantil espontánea. Saura nos demuestra, una vez más, su oficio con una mirada poética y sugestiva de una triste infancia dentro de una familia de padre militar, y vencedor en la Guerra Civil Española.

Es un viaje al pasado que indaga las relaciones existentes entre aquel periodo y el presente, 1975. Ana va indagando por sí misma las relaciones de la familia, su niñez, a veces descubriendo secretos impúdicos e inconfesables, con algunos toques surrealistas como elemento desestabilizador, donde la muerte siempre está presente por distintos motivos. Una melancólica música de Federic Mompou que se clava en el alma de la niña cuando recuerda a su madre al piano. Además de la canción de Janet, “Porqué te vas” que es el “leit motiv” del film, sin olvidarnos de la evocadora “¡Hay Maricruz!” de Valverde, León y Quiroga, una canción paradigmática de aquella época por Imperio Argentina.
Antonio Morales
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