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Voto de Antonio Morales:
8
Drama París, agosto 1944. El cónsul sueco Raoul Nordling (Dussollier) irrumpe en el hotel Meurice para hablar con Dietrich von Choltitz (Arestrup), gobernador militar alemán de París durante los últimos días del dominio alemán en la capital francesa. La misión del cónsul consiste en convencer al general para que no ejecute la orden de activar los explosivos que harían volar los principales monumentos de la capital francesa: el Louvre, ... [+]
29 de diciembre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue la noche parisina del 24 al 25 de Agosto de 1944, en el Hotel Meurice de la Rue Rivoli, frente a las Tuileries. Una decisiva conversación que a lo largo de aquella noche mantuvieron en el día previo a la liberación de París por los aliados, el cónsul sueco Raoul Nordling (aquí interpretado por André Dusollier) y el general prusiano del ejército nazi Dietrich von Choltitz (Niels Arestrup), que tenía órdenes directas de Hitler para hacer detonar las bombas que convertirían la capital francesa en pura ruina. Dos hombres aparentemente enfrentados pero condenados a entenderse. Cierto es que la destrucción de París implicaría la muerte de millones de personas, pero no es ello lo que centra la discusión, sino algo más abstracto: París como patrimonio de la humanidad.

La película se abre con el 2º Movimiento de la 7ª Sinfonía de Beethoven, desde la radio alemana para toda la Europa ocupada, bajo la batuta del célebre Wilhem Furtwängler, música ceremoniosa y circunstancial que parece anunciar el lamento majestuoso y fúnebre por el fin de un conglomerado de iconos y templos de la cultura, Notre Dame, El Luvre, la Ópera y la torre Eiffel. Diplomacia es un film sobre ética y moral, responsabilidad y toma de conciencia. Sobre la dificultad de la toma de decisiones de alto nivel, porque más allá de altos dirigentes como Hitler, Churchill, De Gaulle, Stalin y Truman, hubo gente con mucho menor poder, cuyas decisiones, pudieron cambiar el curso de la Historia.

Un film excelentemente ambientado, donde la palabra se impone a las imágenes. La tensión dramática por lo transcendente de las circunstancias, incide decisivamente en el duelo dialectico de los protagonistas. Esta sugestiva obra dirigida por el veterano Volker Schlöndorff, lo demuestra, seguramente no existiría Europa como la conocemos de haber fracasado el encuentro decisivo. Por otra parte, queda patente una vez más, que la diplomacia en ocasiones, puede resolver conflictos más fácilmente que utilizando la fuerza. Inspirada en la obra teatral del francés Cyril Gély, y basada en un episodio histórico real que aconteció, aunque no demasiado conocido. Y es que, por encima de las órdenes, hay que escuchar nuestra conciencia.
Antonio Morales
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