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Voto de Antonio Morales:
7
Musical Cornelius Hackl, dependiente de una tienda de alimentación de Yonkers, marcha a Nueva York con su mejor amigo para pasar un buen rato. Allí no pueden evitar cruzarse con su jefe Horace, que les promete darles una reprimenda si los ve en un restaurante de moda en lugar de estar atendiendo la tienda. A través de Horace, comerciante viudo, conocemos a Dolly Levi, una casamentera de mediana edad -también viuda- que está intentando buscarle ... [+]
18 de febrero de 2014
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras que el cine musical no obtuvo su certificado de nacimiento hasta la aparición del sonoro, la comedia musical norteamericana había conseguido ya su mayoría de edad sobre los escenarios de un Broadway cuyos orígenes se remontan hacia 1870. Así pues, prácticamente la totalidad de los hombres que forjaron el cine musical a lo largo de su historia, ya poseían un bagaje teatral que les sirvió de experiencia en el cine. “Hello, Dolly!” es uno de los últimos musicales perteneciente a la época dorada del musical por su clasicismo teatral, aunque ya aparecen algunas escenas en magníficos exteriores.

Estupenda y divertida comedia musical de la mano del bailarín, coreógrafo y director Gene Kelly, con una ambientación fastuosa y deslumbrante, una gozada de puesta en escena, la coreografía y los escenarios son maravillosos. Basada en la obra estrenada en Broadway en 1964, las canciones y la letra son obra de Jerry Herman y el guión y la producción de Ernest Lehman, guionista de “Con la muerte en los talones”, “Sabrina” y “West side story”, entre otras. Walter Matthau habitual comediante de Billy Wilder, le da réplica a una Barbra Streisand con una voz fascinante, el tema central del film “Hello, Dolly!” cantada a dúo con Louis Armstrong forma parte ya de la historia del Musical Americano.

La versión que he disfrutado en DVD es una copia muy buena, resaltando la estupenda fotografía de Harry Stradling en formato panorámico, que había fotografiado también “My fair lady”, lástima que las canciones no estén subtituladas, el único fallo que encuentro, pues mi inglés no es tan bueno para seguir la letra que indudablemente va asociada a la trama, que no abandona la senda del vodevil o comedia ligera: las peripecias de una viuda casamentera que se dedica a unir parejas. La película respira un aire divertido de luz y color, situaciones cómicas en busca del amor y recreando el Nueva York de 1890.
Antonio Morales
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