Excelente comedia dramática, a ratos divertida, en ocasiones muy amarga, pero siempre interesante gracias a lo bien narrada que está por el director Alexander Payne, en mi opinión, su mejor película hasta ahora. Sobresale sin duda, una gran dirección de actores de los que sabe extraer calor humano y densidad dramática en las situaciones planteadas, con su manera de captar gestos y miradas que describen con agudeza a los personajes, sus sentimientos y sensaciones. Y lo muestra todo de forma sencilla, humana y muy natural. Basada en una novela de Rex Pickett que el propio cineasta adapta junto a Jim Taylor en un guión bastante bueno (ganador del Oscar), al que ayuda considerablemente la estupenda puesta en escena, su buen estilo visual y los dos actores protagonistas acertadamente escogidos.

Se trata de un relato en torno a la crisis personales de un par de personajes que se encuentran frente a una determinada encrucijada vital: Miles (Paul Giamatti), profesor de literatura y divorciado pero todavía enamorado de su ex mujer que aspira a consolidarse como escritor, esperando que le publiquen su novela. Por otro lado tenemos a Jack (Thomas Haden), actor mediocre de doblaje y series de televisión, a punto de contraer matrimonio, pero que una semana antes, ambos amigos deciden celebrar la despedida de soltero del actor con un viaje de placer conociendo los buenos caldos de las viñas californianas. Viaje que les reportará nuevas experiencias al conocer a dos chicas interesantes y sin pareja con las que compartirán momentos de alegría y otros de rabia y tristeza cuando se vayan descubriendo las cartas que cada uno juega.

Su construcción narrativa sigue el procedimiento del viaje itinerante entre restaurantes, catas y viñedos: el que emprende el desencantado y melancólico Miles junto a Jack, su viejo amigo de la universidad, un inconsciente “bragueta caliente” que quiere aprovechar sus últimos días de soltero para tirarse a la hembra que se cruce en su camino. Con la escusa de recorrer en coche la ruta vinícola de California (Miles es un experto en caldos), ambos amigos pretenden, en el fondo liberar sus demonios interiores. Ese viaje exterior acaba convirtiéndose en un viaje interior de los amigos, sobre todo el de Miles, desde cuyo punto de vista está narrada esta historia de frustraciones y experiencias nuevas que conducen hacia una catarsis emocional.

Una película sin grandes pretensiones que cuenta problemas cotidianos, pero trufada de situaciones jocosas y divertidas de gran comedia, que lo hace con talento y brillantez, donde no hay héroes ni superhombres, tampoco mujeres despampanantes y sensuales pero sí, mujeres pegadas a la realidad y con sentimientos, espléndidamente interpretadas por las maduras Virginia Madsen (Maya, la rubia camarera) y Sandra Oh (Stephanie, la oriental escanciadora de vinos), que dan buena réplica a los amigos protagonistas. Una película de gran maestría técnica con estupendos encuadres, ingeniosas elípsis, así como buen ritmo narrativo que se muestra dinámico y ligero. Film muy recomendable.