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Voto de Antonio Morales:
10
8,1
21.115
Intriga. Thriller. Cine negro
Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el padre de Alicia Huberman, un espía nazi, es condenado por traición contra los Estados Unidos. Después del juicio, Alicia da una fiesta en la que aparece un apuesto desconocido llamado Devlin. Se trata de un agente de los servicios de Inteligencia que reclama su colaboración para atrapar a Alexander Sebastian, el cerebro de los nazis en Brasil. Al principio se muestra reacia, pero finalmente ... [+]
24 de septiembre de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hitchcock recibió de Selznick, el productor para el que estaba bajo contrato, el encargo de adaptar una novela corta de John Taintor Foote. Aunque la historia le pareció pobre, trabajó en mejorarla junto a Ben Hecht (guionista de “Recuerda”), e introdujeron tantos cambios, incluida la referencia al uranio, que fue el propio Selznick el que se desentendió, pues estaba centrado en la superproducción “Duelo al sol” donde trabajaba su esposa Jennifer Jones. El proyecto, sin embargo, sí interesó a la RKO, siempre más propicia a la creatividad que los grandes productores, y permitió que se realizara conforme al brillante nuevo guión.
La inteligente trama emocional (comentada en spoiler) de “Encadenados” no es la única de sus virtudes. En esta película, sin duda de las mejores de Hitchcock, el director hace un práctico y elegante uso de los objetos, en esta ocasión es la llave del sótano y las botellas de vino, sin olvidar las botellas del champan que vemos como se van agotando, mientras crece nuestra inquietud. La habilidad de Hitchcock para dirigir nuestra atención hacia los detalles, lo acertado de los insertos, no tienen parangón en el cine. El desarrollo de la película, fundamentalmente sobre planos y secuencias largas, el escaso número de protagonistas y la concentración de la acción en unos pocos escenarios, confiere al film esa cualidad de cine preciosista que merecidamente le acompaña.
Es, en efecto, el resultado de un meditado proceso de abstracción en el que Hitchcock parece sentirse particularmente cómodo, de una búsqueda de la pureza expresiva manejando el mínimo número de variables. La extraordinaria fotografía de Ted Teztlaff, muy contrastada pero bañada esa iluminación indecisa y onírica, como de acuario, que caracteriza las películas RKO de la época. “Encadenados” cuenta con uno de los “McGuffins” ideados por el cineasta – la botella de Pommier 1934 - , que permite integrar a la perfección la trama que le sirve de pretexto y envoltorio o caparazón protector con la intriga de suspense amoroso que encierra en su seno.
Un film de evidente inspiración romántica, pero realizada por un cineasta pudoroso. “Encadenados” redobla la intensidad del drama buscando equivalencias externas, políticas o policíacas, a las motivaciones y acciones de sus personajes, pero está muy claro que lo que importa no es tanto el éxito de la misión encomendada a Devlin y Alicia, sino el triunfo de su amor sobre las barreras interpuestas por el puritanismo desconfiado del policía. El cineasta creador de formas, dominó como nadie los elementos cinematográficos, su lenguaje intrínseco, aquello que convierte al cine en un medio de expresión particular.
Continúa en spoiler.
La inteligente trama emocional (comentada en spoiler) de “Encadenados” no es la única de sus virtudes. En esta película, sin duda de las mejores de Hitchcock, el director hace un práctico y elegante uso de los objetos, en esta ocasión es la llave del sótano y las botellas de vino, sin olvidar las botellas del champan que vemos como se van agotando, mientras crece nuestra inquietud. La habilidad de Hitchcock para dirigir nuestra atención hacia los detalles, lo acertado de los insertos, no tienen parangón en el cine. El desarrollo de la película, fundamentalmente sobre planos y secuencias largas, el escaso número de protagonistas y la concentración de la acción en unos pocos escenarios, confiere al film esa cualidad de cine preciosista que merecidamente le acompaña.
Es, en efecto, el resultado de un meditado proceso de abstracción en el que Hitchcock parece sentirse particularmente cómodo, de una búsqueda de la pureza expresiva manejando el mínimo número de variables. La extraordinaria fotografía de Ted Teztlaff, muy contrastada pero bañada esa iluminación indecisa y onírica, como de acuario, que caracteriza las películas RKO de la época. “Encadenados” cuenta con uno de los “McGuffins” ideados por el cineasta – la botella de Pommier 1934 - , que permite integrar a la perfección la trama que le sirve de pretexto y envoltorio o caparazón protector con la intriga de suspense amoroso que encierra en su seno.
Un film de evidente inspiración romántica, pero realizada por un cineasta pudoroso. “Encadenados” redobla la intensidad del drama buscando equivalencias externas, políticas o policíacas, a las motivaciones y acciones de sus personajes, pero está muy claro que lo que importa no es tanto el éxito de la misión encomendada a Devlin y Alicia, sino el triunfo de su amor sobre las barreras interpuestas por el puritanismo desconfiado del policía. El cineasta creador de formas, dominó como nadie los elementos cinematográficos, su lenguaje intrínseco, aquello que convierte al cine en un medio de expresión particular.
Continúa en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El tratamiento de los personajes que hace el cineasta en “Encadenados” la distingue de aquellas otras en las que el maniqueísmo no permite actitudes ambiguas tanto en los héroes como en los villanos. Los tres personajes principales, Alicia (Ingrid Bergman), Devlin (Cary Grant) y Sebastian (Claude Rains), albergan algún tipo de conflicto emocional: Alicia es hija de un espía nazi, pretende redimir el nombre de su familia y acepta fingir amor por alguien a quien desprecia. Acepta, de alguna forma, prostituirse por su país, y lo hace de la mano del hombre del que verdaderamente está enamorada. Devlin también ama a Alicia, pero la empuja a que cumpla la misión, aunque esa misión implique que se case con Sebastian; y éste, pese a ser el teórico villano, ama sinceramente a Alicia, la respeta más de lo que lo hace Devlin y muestra cierto desagrado por los métodos violentos de algunos de sus correligionarios; de hecho, el personaje es un tanto patético, necesita apoyarse en el poderoso influjo de su madre y así eliminar el riesgo para sus propias vidas que supone Alicia una vez descubierta. El final es de una emoción indescriptible, uno de los más bellos y románticos que recuerdo. Por cierto, el cameo de Hitchcock en la película ocurre durante la fiesta en casa de Alicia, bebiendo una copa de champan.