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Venezuela Venezuela · Maracaibo
Voto de bucefalo:
7
Drama Antes de Elvis, Elton John y Madonna, existió Liberace: pianista virtuoso, artista exuberante, habituado a la escena y a los platós de televisión. Liberace apreciaba la desmesura y cultivaba el exceso, dentro y fuera del escenario. Un día de verano de 1977, el joven y guapo Scott Thorson entra en su camerino y, a pesar de la diferencia de edad y del medio social, los dos hombres empiezan una relación secreta que duraría varios años.
14 de octubre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiado gay para mi gusto. No obstante es una buena película que se sostiene por las muy logradas actuaciones de Michael Douglas y Matt Damon, dos “machos”, declarados heterosexuales alrededor de la corte de Hollywood y que aquí deben comportarse como auténticos partidarios de la homosexualidad: vaya reto actoral. Aquí el plano artístico es algo completamente secundario. LIBERACE es un artista sin tormento, no busca hurgar en las profundidades de la música ni crear belleza, es un extravagante que sabe atender muy bien las excentricidades de la farándula y del espectáculo de masas a través de la desmesura. Esa faceta no es la que le interesa hurgar a Soderbergh, sino la intima, la de los sentimientos y sexual. LIBERACE es un multimillonario vanidoso y solitario cuya sexualidad es voraz y le mantiene en una constante zozobra que logra aplacar a través de la promiscuidad. No hay grandeza en la vida cotidiana de éste hombre, si es que se puede pensar así cuando somos seres anodinos donde el tiempo va erosionando cualquier vestigio de dignidad. LIBERACE procura barnizar una existencia llena de vacíos afectivos y no todo lo que brilla es precisamente oro. Aún así se las arregló, mediante una ética laboral un tanto frenética, mantenerse en el tope de la fama, que si a ver vamos era su verdadero aliciente vital. La película a pesar de todo el glamour es seca y árida, nada agradable para un espectador promedio domesticado alrededor de actuaciones pulcras y con “sentimiento” que el cine como magia siempre ha procurado embellecer. Behind The Candelabra es básicamente un ladrillo visual cuyo esplendor se va diluyendo alrededor de la convivencia de dos seres simples maniatados por un destino que les subyuga y tuerce. LIBERACE es un pragmático empresario del espectáculo y sabe bien manejar su propio negocio, aunque más allá de eso es un personaje prisionero de su propia ruina moral que al compartirla con otros produce un descenso a los infiernos. Y es que la vida humana, la convivencia en sí, tiene en su epicentro la sordidez, y si ésta no se compensa con grandes y pequeños momentos de heroicidad y nobleza cotidiana, termina por envilecer a cualquiera.
bucefalo
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