Roman Polanski es un gran director. Lo poco que le visto siempre me sorprende. CHINATOWN (1974), EL ESCRITOR (2010), UN DIOS SALVAJE (2011) y ahora ésta iconoclasta: LA VENUS DE LAS PIELES, una película de sólo dos actores, un dialogo como un puñal entre la psicología masculina y la femenina, encontrándose y rebatiéndose teniendo como pretexto el mundo del teatro como imitación de la vida y sus conflictos entre personas. Más que una película convencional lo que Polanski recrea es una disección del alma humana en torno a los roles interpuestos en la sociedad junto a las “obligaciones” y cargas que cada género debe soportar alrededor del amor y sus variantes como el sadomasoquismo, en realidad, hay un duelo y una venganza, la de la actriz en representación del “sexo débil” y las afrentas que persigue cobrar. Cine para adultos con una cultura “superior”.