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España España · Sevilla
Voto de ialpresa:
10
Ciencia ficción. Drama Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todopoderoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre ... [+]
29 de marzo de 2022
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el lejano año 2000 (¡estaban en 1927!) la dialéctica de clases ha cristalizado también en sentido geográfico: «los de arriba» viven en la superficie terrestre, mientras que «los de abajo» habitan ciudades subterráneas soportadas por los edificios, que hacen las veces de columnas (o barrotes). Los obreros expresan su condición humilde y humillada descendiendo (aún más) cabizbajos (sin esperanza) a las profundidades terrestres. Sus andares recuerdan tanto a zombis como a robots. Y es que, de hecho, como los primeros, son muertos vivientes, vivientes que están muertos de agotamiento durante su poco tiempo libre; y, como los segundos, son despojados de su condición humana, alienados, tratados como meras máquinas que operan con otras máquinas. Sin embargo, en el corazón del subsuelo, en las catacumbas, late el fulgor de la esperanza (allí se reúnen los obreros con la lideresa de la rebelión: María).

«Metrópolis», aunque muda, no deja de ser una película enormemente expresiva, pues encuentra vías alternativas de expresión en el histrionismo de sus personajes (algo que nos sitúa automáticamente en las butacas de un teatro) y en la banda sonora de Huppertz. Su música abraza a los amantes durante el beso furtivo en las catacumbas, espolea al espectador con su cambio de ritmo durante la persecución inmediatamente posterior y consigue inquietar cuando Freder se va introduciendo, en búsqueda de María, en la casa de Rotwang, tan laberíntica como mágica (sus puertas se abren y cierran como si fueran conscientes y pretendieran atrapar a Freder).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
ialpresa
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