Siempre he dicho que, aunque sólo sea a grandes rasgos, tienes que saber qué es lo que vas a ver. Pero lo cierto es que, últimamente, he descubierto que disfruto más el cine si voy con expectativas bajas. Si crees que vas a ver una gran película y te pones E.S.O acabarás llevándote una decepción. Por otra parte, si esperas ver un bodrio y te pones El Caso Slevin, te llevas una grata sorpresa.

Caballeros, Princesas y Otras Bestias es una mierda. Es una mierda cutre y chabacana. Es Torrente, pero en fantasía medieval. Es una tontada de película insalvable. Y precisamente por eso, no es una mala película. Porque sí, es todas esas cosas... pero no pretende ser nada más.

Sabiendo lo que vas a ver, tú decides si te gustan ese tipo de películas, o siquiera si te apetecen en el momento de verlas. Y con esa idea en mente, ves una bazofia de película... y te ríes. Te ríes de las chorradas que sueltan, del poco sentido que tiene, de chistes de los que jamás se te ocurriría reírte viendo el Señor de los Anillos. No es la comedia del siglo, pero es entretenida para amenizar una tarde muerta.

Eso sí: lo mejor de la peli, Natalie Portman. Curioso, porque hasta donde yo he visto este ha sido el peor papel de su carrera.