Pocas veces el cine comercial rompió tantos moldes y barreras como los que El Caballero Oscuro rompió y dejó bien rotos. No es una películas que vaya a dejar de molar o quede anticuada dentro de un tiempo. Sigue causando ese efecto hipnótico y vistoso (tanto que te hace olvidar las posibles incongruencias de guión que a fin de cuentas es comercial y no artístico) como el primer día (incluso la siguiente entrega final no consiguió retener esta esencia, pese a tener sus propios puntos a favor). Toda la película es inesperada dentro de lo que nos ofrece: calidad, efectos, guión, sorpresas e interpretaciones. Todo funciona fuera de serie. No parece una película de superhéroes. Tanto ha marcado que ahora todas las películas han de parecerse a ella y todas son comparads con ella. No creo que lleguen a sobrepasarla, aunque nunca se sabe. Tampoco nosotros creímos un día que esta película serían tan rematadamente buena. Increíble e inolvidable entretenimiento de calidad.