Una de las películas más bellas que haya visto. Momento de pasaje entre la infancia y la adolescencia. Nos remonta a ese universo donde todavía no se han separado completamente la realidad objetiva y el mundo de la fantasía. Ese pensamiento mágico que hace de cada situación una aventura y de la amistad un ideal eterno. Guión magnificamente elaborado, actuaciones estupendas, música y dirección excelentes.
Lamentablemente algo se pierde cuando crecemos. Esta película nos hace vivir, sentir y pensar como en aquellos años.
Una de las maneras que tenemos los adultos de acceder a ese mundo mágico, donde al menos por un momento nos sentimos parte de una aventura, donde todo es posible; es el cine.