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Uruguay Uruguay · Montevideo
Voto de PieroCardinal:
6
Comedia. Drama Bernard Chanticleer es un muchacho que ya ha cumplido los veinte años, pero su madre sigue tratándolo como si fuera un niño. Dispuesto a acabar con esta situación, el padre decide que su hijo se independice. Con este fin, lo obliga a abandonar la casa paterna y a trasladarse a una pensión; además, para que se gane la vida, lo contrata como empleado de la biblioteca de la que es director. (FILMAFFINITY)
19 de marzo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El segundo largometraje de Coppola como director y guionista trata sobre la transición de la niñez a la adultez. Bernard, el protagonista, es un joven de 19 años que trabaja en la biblioteca donde su padre es director. Para intentar que su hijo madure de una vez por todas, su padre lo envía a vivir solo a una pensión. Su madre se opone a dicha decisión, ya que lo malcría y lo trata como si fuera un niño, incluso le envía cartas con mechones de su pelo diariamente.

Bernard empieza a sentir cambios en su cuerpo, empieza a sentirse muy atraído por las mujeres, especialmente por una actriz llamada Barbara. En una escena conversa con un amigo acerca de su situación, mientras remontan unas cometas. Su amigo corta el cordel de las cometas y éstas vuelan, Bernard las persigue hasta que se enganchan en un árbol; allí, su compañero le aconseja:

-El dolor es parte de todo.
-¿De qué?
-De la libertad.

A partir de que su amigo deja volver las cometas, simbolizando que Bernard ya no es un niño, el protagonista intenta dar ese gran paso en su vida: comienza a fumar, y se anima a enviarle una carta a su amada confesándole que la quiere conocer.

Barbara, que ya es una mujer, se percata de que él es todavía un niño. Su bipolaridad confunde a Bernard, ya que por un lado quiere que él viva en su departamento pero a la vez lo insulta y le remarca su condición de inmaduro. Él, vírgen, tiene dificultades para consumar relaciones sexuales con ella. Algunas acciones, como cuando ella le rompe un cigarro, o le ofrece leche en vez de café, son excelentes para mostrar las características de los personajes.

Finalmente, el protagonista se percatará del daño que le han hecho sus padres al criarlo de manera tan agobiante. Por ejemplo, Bernard llama a su perro simplemente "Dog", ya que era el nombre que él deseaba ponerle; sin embargo, su madre insiste en llamarlo como ella quiere: "Rover". Bernard se empieza a dar cuenta que sus progenitores no son perfectos -su padre abusa de mujeres en su trabajo-, y entonces decide de una vez por todas independizarse: "He estado bajo la custodia de mis padres por casi 20 años, y solo me han enseñado a dudar de mi mismo, frustración y una culpa perpetua".

El final es digno de un melodrama de Hollywood, aunque la película en general es muy irregular. Técnicamente es mediocre y los actores no ayudan mucho a la narración de la historia.

Lo rescatable son algunas frases que deja la película y ver como Coppola trata algunas temáticas que luego perfeccionará en posteriores obras, como por ejemplo la relación padre e hijo y las complicaciones que conlleva la juventud. Una escena curiosa e interesante es cuando Bernard va a una especie de bar junto a Amy -una chica que está enamorada de él-, y de fondo se proyecta una película de terror y erótica. Coppola comenzó dirigiendo mediometrajes de corte erótico, y su primera película, Dementia 13, fue un largometraje de terror.
PieroCardinal
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