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Voto de PieroCardinal:
9
8,0
63.255
Intriga. Comedia. Drama. Thriller
Tanto Gi Taek (Song Kang-ho) como su familia están sin trabajo. Cuando su hijo mayor, Gi Woo (Choi Woo-sik), empieza a dar clases particulares en casa de Park (Lee Seon-gyun), las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados imprevisibles. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2020
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Esto es tan metafórico” debe ser la primera frase que se nos viene a la cabeza si se nos pidiese una a las apuradas sobre Parasite, pero ¿qué es lo metafórico para Ki-woo, el hijo de la familia Kim? Él dice esta frase cuando su amigo, Min, le regala a la familia Kim una roca de erudito; ésta trae, según lo que se dice, riqueza material a las familias, algo que ellos estarían necesitando. Los Kim viven en un semisótano -vivienda característica de los menos pudientes en las grandes ciudades de Corea del Sur- y ninguno de ellos tiene trabajo estable. Desde el comienzo se nos presentan las características de los personajes, por ejemplo la habilidad para mentir y persuadir de Ki-woo y de su hermana, Ki-jung.
El poder de la roca se materializa cuando Min le encarga a Ki-woo que lo reemplace en la tutoría de una adolescente rica, pero para esto debe hacerse pasar por estudiante universitario, nada difícil ya que su hermana es experta en falsificar documentos, “una artista”. Fácilmente logra conseguir el trabajo e ingresar a la casa de la familia Park, la antítesis de la suya. La residencia de los Park será el escenario principal de la película a partir de entonces, una vivienda lujosa, ubicada en lo alto de la ciudad -contrario al semisótano-. Ellos parecen ser la “familia perfecta”: el padre es un exitoso empresario -con chofer incluido-, mientras que la madre se hace cargo de sus dos hijos -la alumna de Ki-woo y un niño fanático de los indígenas- con la ayuda de la empleada doméstica.
El poder de la roca se materializa cuando Min le encarga a Ki-woo que lo reemplace en la tutoría de una adolescente rica, pero para esto debe hacerse pasar por estudiante universitario, nada difícil ya que su hermana es experta en falsificar documentos, “una artista”. Fácilmente logra conseguir el trabajo e ingresar a la casa de la familia Park, la antítesis de la suya. La residencia de los Park será el escenario principal de la película a partir de entonces, una vivienda lujosa, ubicada en lo alto de la ciudad -contrario al semisótano-. Ellos parecen ser la “familia perfecta”: el padre es un exitoso empresario -con chofer incluido-, mientras que la madre se hace cargo de sus dos hijos -la alumna de Ki-woo y un niño fanático de los indígenas- con la ayuda de la empleada doméstica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
A partir de que el joven entra en la casa, una serie de acontecimientos, llevados a cabo inteligentemente por la familia Kim -al mejor estilo de la serie argentina Los Simuladores-, hacen que todos ellos terminen trabajando para la familia Park.
Cuando todo parece ir según “el plan” y la familia Kim se encuentra disfrutando de los privilegios de la residencia Park, ausentes en su hogar por un viaje, aparece el conflicto: la antigua empleada doméstica -lugar que ahora ocupa la señora Kim- se aparece en la casa alegando haberse olvidado de algo en el sótano. A partir de acá, la película pasa a ser un thriller de alto voltaje, intentando esconder -y esconderse- su verdadera identidad, siendo cada vez más difícil.
La película -una mezcla de drama, suspenso y comedia negra- muestra las diferencias sustanciales entre una familia de clase baja y una de clase alta, utilizando como escenario el país natal de su director, pero que perfectamente podría aplicarse a cualquier parte del mundo. Las escaleras y los repechos simbolizan el trecho que hay entre las clases sociales.
Bong Joon-ho coloca inteligentemente varias situaciones para mostrar la desigualdad que existe entre las dos familias; la más notable es cuando, mientras los Kim están escondidos en casa de los Park, aparece una copiosa lluvia. Entretanto los ricos disfrutan dormir frente a un inmenso ventanal que da a su patio -donde su hijo aprovecha a jugar al boy scout acampando-, los Kim descienden empapándose por la ciudad hasta su semisótano, el cual está inundado -como varias viviendas vecinas-. Esta escena expone las distintas maneras en que cada clase social percibe ciertas situaciones. Los ricos se regocijan por la lluvia: “No hay contaminación gracias a la lluvia de ayer” le dice la señora Park a una amiga por teléfono, mientras el señor Kim -chofer de la familia- la lleva a hacer compras; la madame desconoce que la noche anterior él durmió junto a sus hijos en un refugio debido a las inundaciones.
Otra “característica” de la familia Kim es su particular olor, especialmente el del señor Kim, algo que los Park no soporta. Ellos ignoran totalmente que se debe a que su chofer vive en un semisótano. Este hedor no se puede ocultar, es lo único que los Kim no han podido disimular, es la “barrera” que los separa de la gente rica. Esta discriminación por parte de los Park será algo clave en el tercer acto de la película.
Pero en fin, ¿qué es lo metafórico a lo que se refiere Ki-woo? ¿Será la misma película una metáfora de la desigualdad social, tanto en Corea del Sur como en todo el mundo? El director no cae en el cliché de que “los pobres son los buenos y los ricos son los malos, todos tienen sus aciertos y sus errores; pero entonces, ¿quiénes son los parásitos, los Kim que simulan ser alguien que no son para trabajar para una familia rica, o los Park que los exprimen para que cumplan con sus servicios? La clase alta y la clase baja se necesitan recíprocamente, por lo menos en la película. “Todos vivimos el mismo país llamado capitalismo” dijo Bong Joon-ho acerca de Parasite, quizás el verdadero gran parásito sea el mismo sistema, que se alimenta de nosotros, debilitándonos, pero sin llegar a matarnos.
Cuando todo parece ir según “el plan” y la familia Kim se encuentra disfrutando de los privilegios de la residencia Park, ausentes en su hogar por un viaje, aparece el conflicto: la antigua empleada doméstica -lugar que ahora ocupa la señora Kim- se aparece en la casa alegando haberse olvidado de algo en el sótano. A partir de acá, la película pasa a ser un thriller de alto voltaje, intentando esconder -y esconderse- su verdadera identidad, siendo cada vez más difícil.
La película -una mezcla de drama, suspenso y comedia negra- muestra las diferencias sustanciales entre una familia de clase baja y una de clase alta, utilizando como escenario el país natal de su director, pero que perfectamente podría aplicarse a cualquier parte del mundo. Las escaleras y los repechos simbolizan el trecho que hay entre las clases sociales.
Bong Joon-ho coloca inteligentemente varias situaciones para mostrar la desigualdad que existe entre las dos familias; la más notable es cuando, mientras los Kim están escondidos en casa de los Park, aparece una copiosa lluvia. Entretanto los ricos disfrutan dormir frente a un inmenso ventanal que da a su patio -donde su hijo aprovecha a jugar al boy scout acampando-, los Kim descienden empapándose por la ciudad hasta su semisótano, el cual está inundado -como varias viviendas vecinas-. Esta escena expone las distintas maneras en que cada clase social percibe ciertas situaciones. Los ricos se regocijan por la lluvia: “No hay contaminación gracias a la lluvia de ayer” le dice la señora Park a una amiga por teléfono, mientras el señor Kim -chofer de la familia- la lleva a hacer compras; la madame desconoce que la noche anterior él durmió junto a sus hijos en un refugio debido a las inundaciones.
Otra “característica” de la familia Kim es su particular olor, especialmente el del señor Kim, algo que los Park no soporta. Ellos ignoran totalmente que se debe a que su chofer vive en un semisótano. Este hedor no se puede ocultar, es lo único que los Kim no han podido disimular, es la “barrera” que los separa de la gente rica. Esta discriminación por parte de los Park será algo clave en el tercer acto de la película.
Pero en fin, ¿qué es lo metafórico a lo que se refiere Ki-woo? ¿Será la misma película una metáfora de la desigualdad social, tanto en Corea del Sur como en todo el mundo? El director no cae en el cliché de que “los pobres son los buenos y los ricos son los malos, todos tienen sus aciertos y sus errores; pero entonces, ¿quiénes son los parásitos, los Kim que simulan ser alguien que no son para trabajar para una familia rica, o los Park que los exprimen para que cumplan con sus servicios? La clase alta y la clase baja se necesitan recíprocamente, por lo menos en la película. “Todos vivimos el mismo país llamado capitalismo” dijo Bong Joon-ho acerca de Parasite, quizás el verdadero gran parásito sea el mismo sistema, que se alimenta de nosotros, debilitándonos, pero sin llegar a matarnos.