Demasiado previsible, con exceso de astracanadas. Se echa en falta un humor inteligente que, por desgracia solo aparece fugazmente. La chica judía aporta los mejores momentos y los más humanos de la película pero no es suficiente para aguantar una cinta que, además, me resultó aburrida en varios pasajes. Scarlett Johansson dolorosamente desaprovechada en el que, probablemente, sea el personaje más absurdo de su carrera, pasa por la pantalla con más dolor que gloria.

No esperaba ver "To be or not to be", pero tampoco estar pidiendo la hora tantas veces.