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España España · Valencia
Voto de A POSITIVAR:
4
Romance. Drama. Comedia Tras pasar ocho meses en un centro de salud mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) regresa a casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Aunque está decidido a hacer todo lo posible para recuperar a su exmujer, la situación cambia cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con problemas y mala reputación. A pesar de la mutua desconfianza inicial, pronto surge entre ellos un estrecho vínculo ... [+]
26 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hecha para gustar a todo el mundo, desde los fans de "Alguien voló sobre el nido del cuco" hasta los de "Dirty dancing", pasando por "Pequeña Miss Sunshine" o "Resacón en Las Vegas". Intento de película indie con actores de blockbuster. Demasiadas cosas y no todas buenas.

Pat ha pasado varios meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer al verlos enjabonándose en la ducha. Convencido de que va a sacar siempre el lado positivo de las cosas, vuelve a casa de sus padres para intentar recuperar su vida anterior. "El lado bueno de las cosas" empieza de manera bastante simpática, pero poco a poco hace de la palabra predecible todo un leitmotiv. Aunque el tema de los trastornos mentales y las alteraciones afectivas debidas a golpes personales está bien encajado, enseguida lo convierten en gritos constantes y diálogos bipolares; los cuales se doblan cuando el guapo protagonista conoce a la guapa protagonista. De vez en cuando introducen actores comparsa para ayudar a digerir tanta excentricidad. Personajes que entran al juego para demostrar que todos de algún modo estamos algo tocados del ala. Quizá éste sea el único debate interesante de la película. El resto de personajes están definidos pero sin ninguna evolución: un padre supersticioso y maniático compulsivo a la hora de ver partidos en la tele, un policía que vigila la orden de alejamiento del personaje principal y que parece sacado del mismo psiquiátrico, Chris Tucker limitándose a hacer de secundario cómico hipertópico, una exmujer sin ningún diálogo, un amigo comprensivo hasta más no poder y así hasta un millón de personajes que convierten la vivienda de Pat en un espacio con más actividad que la casa de Médico de familia a la hora del desayuno.

El director, David O.Russel, además de cambiarle la personalidad de vez en cuando al personaje para acentuar sus problemas emocionales y su diagnóstico psiquiátrico, decide que Pat salga a correr todos los días con una bolsa de basura en forma de poncho sobre el chándal para remarcar su “locura”. Y puede que en algún actor menos agraciado hubiera dado el pego, pero en las hechuras de Bradley Cooper lo único que consigue es que a todos nos apetezca añadir ese accesorio a nuestro equipo de gimnasia.

De repente llegó ella. Y al poquito, la obra se convierte en cine bailarín. Y los problemas serios se convierten en una excusa olvidable para dar paso a una disyuntiva que empuje todo el lío hacia algún final. Y toda esa locura, que aunque repetitiva tenía su gracia, da paso a un bote de dos kilos y medio de melocotón en almíbar. Señoras y señores, pasen y vean porque el vaso está lleno y medio.

A positivar la forma de tratar las obsesiones y las patologías mentales y de demostrar que no nos salvamos nadie; que todos estamos un poco locos.

www.apositivar.com
A POSITIVAR
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