Al rescatar a la hija del mafioso Draco, cuyo imperio criminal es comparable a Spectra, Bond se ve involucrado en sus negocios. Puede ayudarle a encontrar a Blofeld y James a cambio estará encantado de ayudar a Draco a controlar a su hija Teresa.

George Lazenby hace un chascarrillo en la introducción de la película refiriéndoselo a Sean Connery, dice "estas cosas no le pasaban al otro". Con esa actitud altanera propia de Bond nos hace saber que no tiene miedo a tomar el relevo como protagonista de la franquicia. Es una verdadera lástima que esta sea su única película como Bond, ya que si cuando yo era niño siempre lo consideré como el Bond feo, hoy reconozco su carisma. Fue mal aconsejado por su representante y deshizo su firma para hacer de 007 en siete entregas más.

Esta es una de las mejores entregas de Bond, ya que retoma el espíritu de las novelas y hace interesante la aburrida persecución de 007 hacia Blofeld. Me encanta la entrega que tiene nuestro agente secreto favorito, que ve imprescindible saltar de cama en cama para sonsacar información del malvado plan bacteriológico de Blofeld. Las persecuciones en la nieve de los Alpes ya sea en esquís, coche, helicóptero o bolsey, son impresionantes.

El personaje de Blofeld es más activo y carismático que nunca. Está presente en muchas de las escenas de acción y no defrauda.

También contamos con que Teresa es una de las mejores chicas Bond de toda la saga. No es solo una cara bonita, es fuerte, tiene ambición, coraje y pelea como si fuera otro agente secreto. Ella es la que conduce en las escenas en las que huyen de los malos y tiene importancia en la vida de Bond.