Esta es una obra maestra del cine de terror gótico. Pasadizos tenebrosos, telarañas, tarántulas, ratas, niebla, puertas que chirrían, posesiones, brujería, truenos y relámpagos, seres de ultratumba.. y un largo etc, harán las delicias de todo amante del género.

Aquí tenemos a un teatral Price que ya no sobreactúa tanto como en otras películas y literalmente borda su papel. No es que me moleste su excesiva teatralidad que le hemos visto en otras películas como en El péndulo de la muerte, 2 años antes, pues me encanta su histrionismo, ya que a un mito del cine de terror como Price le perdonamos todo. Ahora bien, creo que su actuación aquí es superlativa y supera a la anterior.

También podremos disfrutar de la belleza prístina de Debra Paget en su última película (lamentable e incomprensiblemente, pues era típico de la época que cuando se casaban y tenían hijos abandonaban sus carreras artísticas para dedicarse a la familia). Simplemente ansías durante toda la peli que venga un vampiro a hincarle los colmillos en su delicioso cuello, algo que no sucederá puesto que aquí navegamos alrededor de seres de ultratumba del universo de H.P. Lovecraft, por mucho que en el título de la peli aparezca el nombre de Poe, cuya única relación con ella es el poema del final. El propio nombre del pueblo, Arkham (como el asilo-prisión de Gotham City), es un pueblo imaginario en el estado de Massachussets creado por Lovecraft en su relato de 1920 “The picture in the house”.

Por otra parte, siendo las películas de Corman a menudo catalogadas como serie B debido a su bajo presupuesto, en España se contrató también un doblaje de bajo presupuesto, por lo que si ves la película en español pierde el 30% de su calidad artística. Hay que verla en versión original porque el doblaje es paupérrimo.

En definitiva, una auténtica joya del cine de terror clásico.