El ritmo que tiene la película es bueno, no cae en picos ni se está a grandes persecuciones, si que se toma su tiempo cada vez que aparece en cámara Sir Anthony.
Siendo una película policiaca aporta algo original que es ver cómo dos mentes con los mismos funcionamientos anormales, se ven confrontados por razones morales.

Con la premisa de ser una película policiaca, no se hace aburrida y tiene algunas buenas tomas, con planos detalle y con las imágenes estáticas simulando la quietud del tiempo mientras sus mentes están activas.

John (Anthony Hopkings) tiene habilidades extrasensoriales y el agente del FBI Joe ( Jeffrey Dean Morgan), que lo conoce de tiempo atrás, va en su busca para resolver unos asesinatos que parecen cometidos por la misma persona, ya que tienen unas pautas similares.