Que una película así tenga la puntuación que tiene, lleva a reflexionar sobre la edad media que debe tener los usuarios de esta página (si bien lo que más intuyo es que esta película solo la ven adolescentes), lamentablemente rompo por arriba esa media, y no voy a comulgar con ruedas de molino, sobre una película floja, floja, solo apta para fieles seguidores de "El corredor del laberinto".

Un meteorito se dirige a la Tierra desde ella se manda misiles para destruirlo y se consigue, pero como los misiles son muy malos, tuvo como consecuencia la mutación de animales de sangre fría. Esto lo cuenta un narrador en los primeros segundos, y a partir de ahí, Dylan O'Brien.
Joel (Dylan) vive en una comunidad bajo tierra, refugiándose de los monstruos que la humanidad a creado. Pero el recuerdo de su novia, le lleva a dejar sus miedos y su comunidad y emprender un viaje esperpéntico de 140 kilómetros. El amor lo puede todo. El primer tropiezo es con un ridículo sapo, luego le sigue una conversación con un perro, luego va leyendo por el campo un libro, con la de peligros que supuestamente le rodea.
Para hacerlo todo más emocionante, Joel no puede ser más torpe e inútil.

El guión lo puede escribir un fan de O'Brian, lucimiento gratuito.
El porqué de todo lo cuenta un jovial y enrollado adolescente en segundos, y a partir de ahí el popular actor se revindica en su rol de héroe, de ir contra la lógica, de ir contra lo que piensen los demás y arriesgar la vida por amor.

En cuanto la dirección poco tenía que decir a partir de quién es el actor que va a interpretar a Joel, así que a darle planos y más planos para regocijo de ordas de seguidores.